Perfil humano / La muerte de Francisco, el Papa reformador
El Papa Francisco falleció horas después de su última aparición en público desde el balcón de la Basílica de San Pedro y un recorrido en el papamóvil por la plaza durante el Domingo de Pascua.
Su pontificado fue de 12 años durante los cuales realizó cambios en la iglesia católica después del predominio conservador establecido por los dos anteriores pontífices.
Su antecesor Benedicto XVI renunció en 2013, casi seis siglos después de que otro Papa lo hiciera en el siglo XIV.
El cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio no se imaginaba que iba a ser su sucesor pues al llegar a la edad de jubilación había reservado una modesta habitación en un seminario argentino donde pretendía pasar sus últimos años de vida.
En el anterior cónclave donde fue elegido el cardenal Ratzinger había quedado en el segundo lugar, lo cual indica que el jesuita ya era uno de los favoritos para llegar a ser pontífice.
Con la sombra del conservador Benedicto XVI tuvo que bregar para realizar las reformas que debería tener la iglesia católica para enfrentar los retos contemporáneos.
Desde luego tuvo la resistencia del clero conservador por lo que se apoyó en el sector más liberal eliminando o minimizando hábilmente a sus principales opositores.
En su formación sacerdotal fue influenciado por la teología de la liberación por lo que siempre demostró su preferencia por los más pobres asumiendo como Papa el nombre de Francisco, en honor al santo de Asís.
En lugar de habitar en el tradicional lujoso departamento papal en El Vaticano escogió habitar en la modesta casa de huéspedes Santa María.
La humildad y la austeridad continuaron siendo sus rasgos más distintivos, así como su defensa hacia los marginados, los inmigrantes y los católicos LGTB.
Muestra de ello fue al cuestionarlo sobre un sacerdote homosexual respondió que quién era él para juzgarlo.
Realizó más de 40 viajes al extranjero, entre ellos a Ciudad Juárez, México. El sillón que utilizó en su visita a Chihuahua fue después decomisado al ex gobernador Duarte que lo tenía bajo su resguardo devoto en uno de sus ranchos.
Llevar a cabo estas arduas giras por diversos países no fue fácil para Bergoglio debido a su edad y sus enfermedades.
Agobiado por sus padecimientos no renunció como su antecesor y continuó con sus actividades, aunque tuviera que utilizar un bastón y luego la silla de ruedas.
A pesar de sus problemas físicos continuó con su buen humor como lo recuerda el embajador mexicano en El Vaticano pues cuando se entrevistaba con él le recordaba siempre si le había llevado su tequila.
Su funeral fue en la Basílica de San Pedro al que acudieron más de 50 jefes de estado, entre ellos Trump, Macron, Milei y Maloni. La tumba en cambio está en la Basílica de Santa María la Mayor en Roma.
En la Basílica de San Pedro se llevó a cabo una insólita entrevista personal entre Trump y Zelenski. Al parecer fue mejor de la que tuvieron en la Casa Blanca.
Una de las transformaciones más trascendentes de Francisco fue el haber elegido a más de la mitad del Colegio Cardenalicio que votará por el nuevo Papa en el cónclave que se llevará a cabo el próximo mes en la Capilla Sixtina.
Por ello es previsible y probable que el nuevo Papa vaya a ser progresista y reformador, el cual continuaría con la tendencia establecida por el primer Papa jesuita, americano y del hemisferio sur.
Con sus aciertos y errores Bergoglio reformó a la iglesia católica por lo que pasará a la historia como uno de los Papas más humanistas e influyentes de este siglo. Descanse en paz.
