elheraldodechihuahua
Chihuahua23 de mayo de 2025
Localviernes, 7 de marzo de 2025

Conoce a Idaly Reyes, la chihuahuense dedicada al altruismo en comunidades indígenas de la Sierra Tarahumara

La iniciativa de Idaly adquiere una importancia trascendental, al buscar mejorar la calidad de vida de aquellos que más lo necesitan

Idaly Reyes
Idaly Reyes / Foto: Cortesía / Idaly Reyes
Síguenos en:whatsappgoogle

Velvet González

Juana Idalia Reyes González o Idaly, es una joven chihuahuense que se ha dedicado al servicio en comunidades indígenas, en particular a niños y niñas que viven en la Sierra Tarahumara, por lo que su trabajo la ha llevado a ser reconocida por el Grupo Rotary Internacional por su destacada contribución social.

Idaly creció en la sierra debido a la labor docente de su madre, quien se dedicó a la educación indígena. 

➡️ Únete al canal de WhatsApp de El Heraldo de Chihuahua

Su infancia transcurrió en internados de varias comunidades del municipio de Urique, donde estudió hasta la secundaria y posteriormente, continuó su formación en la preparatoria de Creel.

A los 19 años, se trasladó a la ciudad de Chihuahua para estudiar la Licenciatura en Turismo en la Universidad Regional del Norte (URN). 

Buscando nuevas experiencias y entornos, Idaly decidió continuar sus estudios en un lugar con playa, trasladándose a Los Cabos, Baja California Sur, donde se graduó de la Licenciatura en Administración de Empresas Turísticas en la Universidad del Golfo de California.

Al regresar a Chihuahua, comenzó su carrera profesional en la entonces Secretaría de Desarrollo Comercial y Turístico del Gobierno del Estado, desempeñándose en la Oficina de Información Turística, pero fue en 2009 cuando inició una noble actividad, motivada por su vínculo con la Sierra Tarahumara y sus habitantes: se dio a la tarea de reunir regalos de Navidad para los niños de la sierra, comenzando con dos albergues indígenas en Cerocahui, Urique. 

Desde entonces, esta actividad se ha convertido en una tradición anual que ha ido creciendo y se ha extendido a más comunidades de diferentes municipios de la sierra, atrayendo la colaboración de más personas que la han apoyado en su misión.

El profundo vínculo que Idaly desarrolló con los niños indígenas, al crecer y convivir con ellos, le permitió conocer de cerca sus realidades y carencias. 

La falta de ingresos de esta población para adquirir ropa, artículos de aseo personal y juguetes, despertó en ella el firme deseo de llevar alegría a estos pequeños a través de un regalo personalizado y cumplió el sueño de muchos niños que deseaban una bicicleta, lo que trasciende su función en un medio de transporte esencial, pues atraviesan grandes distancias cada día para llegar a su escuela.

La promotora de la cultura rarámuri, de la belleza natural de la Sierra Tarahumara y, sobre todo, del bienestar de los niños indígenas, es un compromiso se refleja en el profundo respeto por la cultura, los usos y costumbres de estas comunidades.

La relevancia de su trabajo se intensifica al considerar que las comunidades a las que apoya son de las más marginadas del estado. Por ejemplo, desde 2015, el municipio de Batopilas ha sido identificado como la población con mayor grado de marginación en el país con altos niveles de desnutrición y falta de oportunidades, que requieren acciones concretas en beneficio de los pueblos originarios. 

La población infantil es especialmente más vulnerable por habitar en las zonas altamente marginadas y enfrentar condiciones de pobreza extrema.

Es en este escenario donde la iniciativa de Idaly adquiere una importancia trascendental, al buscar mejorar la calidad de vida de aquellos que más lo necesitan, a través de una labor con alto sentido de organización y responsabilidad. 

En primera instancia, se dio a la tarea de contactar a los maestros de las escuelas indígenas para solicitar su apoyo para la elaboración de cartas en las que cada niño expresara sus deseos, incluyendo información detallada como nombre, escuela, grado, comunidad, edad, talla y número de calzado. Cada año, los maestros de las comunidades de la Sierra Tarahumara envían por mensajería o correo tradicional las cartas. Una vez recibidas, Idaly se encarga de clasificarlas y elaborar listados por escuela y comunidad. Posteriormente, busca padrinos y madrinas comprometidos a cumplir los deseos de los pequeños, animándonos a incluir, además de un juguete o una bicicleta, dulces, ropa, zapatos, chamarras, útiles escolares, artículos de aseo personal y en ocasiones algo de despensa.

Su trabajo implica sacrificios significativos, como el tiempo que dedica lejos de su familia para gestionar cada detalle del proceso, desde asegurar una bodega para almacenar los regalos, clasificarlos por comunidades, conseguir y coordinar el transporte para llevarlos a las zonas serranas y posteriormente, entregar personalmente cada obsequio. 

Además, toma una fotografía de cada niño con su regalo y enviársela a su respectivo padrino o madrina.

En los últimos cinco años, Idaly ha reunido más de tres mil regalos por cada año, beneficiando así al mismo número de niños. En 2016, su labor fue reconocida por el Grupo Rotary Internacional, obteniendo el Reconocimiento Rotario, por su destacada contribución social pese a lo cual ha trabajado con gran humildad y dedicación, sin buscar reconocimiento ni protagonismo pues afirma que su recompensa es la satisfacción de llevar alegría y esperanza a los pequeños, además de brindarles apoyo para cubrir muchas de sus necesidades básicas. 

➡️ Recibe las noticias más relevantes de Chihuahua, Juárez y Parral directo a tu correo ¡Suscríbete a nuestro Newsletter!

Cabe destacar que su trabajo no sólo ha beneficiado a miles de niños, sino que también ha inspirado a muchas personas a unirse a esta noble causa. 

Su ejemplo ha motivado a más personas a emprender iniciativas similares en distintas comunidades, generando conciencia y promoviendo un espíritu de solidaridad que tanto jóvenes como adultos pueden tomar como ejemplo para las futuras generaciones.

NOTAS RELACIONADAS

Más Noticias