Carta Abierta / ISSET: ¿dónde queda la dignidad laboral?
El ISSET –ese instituto que por ley debería garantizar bienestar y atención médica digna a los trabajadores del Estado– parece convertido en un campo de pruebas del autoritarismo.
La denuncia pública que ha circulado estos días exhibe un desorden administrativo, una cultura institucional enferma que se sostiene en el abuso, la humillación y el silencio cómplice.
En el hospital “Dr. Julián A. Manzur”, conocido como La Ceiba, el ambiente es asfixiante.
Según los testimonios, algunos funcionarios menores actúan indebidamente. Arremeten contra empleados y usuarios con insultos, castigos y represalias, en una lógica de poder que recuerda más a una cárcel mal administrada que a un centro de salud.
Su blanco más reciente: un trabajador de la tercera edad, Tino, a quien se obligó a estar de pie más de ocho horas bajo el sol para trabajar improvisadamente como portero en una de las entradas, y luego lo regañaron por intentar descansar.
El abuso se vuelve más grave cuando se afirma que esos funcionarios gozan del respaldo de Mayra Ceballos Lanestosa, directora de Atención a la Derechohabiencia.
Así, la cadena de responsabilidad se vuelve un muro. ¿Quién protege al trabajador? ¿Quién responde por los derechohabientes?
El gobernador Javier May debe saber que no todos están comprometidos con su orden contundente de servir a los ciudadanos.
Si el director del ISSET, Rodolfo Lehmann, no actúa, se confirmará que la dignidad de los trabajadores, como en el caso de Tino, puede tirarse al suelo… y que nadie en el ISSET está dispuesto a levantarla .
: LA RÚBRICA
El anuncio de la reprogramación del festejo para las madres trabajadoras del Ayuntamiento de Centro desató una polémica innecesaria, alimentada por intereses ajenos y desinformación malintencionada. Aunque el evento solo fue pospuesto para junio, rumores falsos –difundidos por exempleados con evidentes resentimientos– generaron tensión entre el personal. Llama la atención que tristes personajes, como «Nacho libre sapo» y «la chiquilichis» –apodos que revelan más sobre su credibilidad que cualquier argumento– manipularon la situación para sembrar discordia. Su objetivo: dañar la imagen de la alcaldesa Yolanda Osuna y su administración. Lo cierto es que el sindicato (SUTSET) había decidido e informado del cambio de fecha con la celeridad del caso, pero estos actores prefirieron correr la idea de que Osuna había cancelado la celebración sin explicar los motivos. Este episodio refleja con que chismes se disfrazan las verdades en el ámbito laboral. Lo relevante es que, pese a la polvareda, el compromiso del Municipio con las madres trabajadoras sigue en pie. El evento de los primeros días de junio será una oportunidad para reivindicar la unidad, pero también para recordar que la credibilidad se enfrenta muchas veces a las fake news… El gobernador anunció el inicio de las obras del nuevo Puerto de Frontera en Centla, un proyecto estratégico para Tabasco con una inversión total de 7 mil millones de pesos. La construcción, parte de los compromisos de su administración, busca aprovechar la red hídrica del estado y fortalecer su conectividad logística. May destaca que el puerto impulsará el desarrollo económico y el comercio en la región, aunque aún no se han revelado detalles técnicos sobre su capacidad operativa. El gobierno estatal confía en que este proyecto se convierta en un eje clave para el sureste. Si no sucede como en otras obras convertidas en elefantes blancos, el Puerto de Frontera podría marcar un antes y después en la infraestructura de Tabasco, potenciando su economía y aprovechando su posición geográfica. A ver si ahora sí se consiguen esos altos objetivos.
