Carta abierta / Mitofsky y el margen de los siete meses para May
La encuesta de aprobación de Consulta Mitofsky de los gobernadores y gobernadoras de México, abril de 2025, colocó al gobernador Javier May en el sitio 32 de 32. La medición, realizada con base en consultas a mexicanos con teléfono móvil, arrojó para el tabasqueño una aprobación de 42.5%, frente a un rechazo ciudadano de 49.3%.
Es, sin matices, del puntaje más bajo a nivel nacional. Más aún: aparece como el último entre los gobernadores hombres, el último entre los mandatarios afines a la Cuarta Transformación y también el último en sus dos regiones de clasificación. En la zona Sur-Península ocupa el lugar 7 de 7, y en la región Golfo-Caribe el 6 de 6.
Sin embargo, y aunque los números parecen concluyentes, hay un factor que no debe pasar desapercibido: entre todos los gobernadores del país, Javier May figura dentro del grupo que más incrementó su aprobación respecto al mes anterior.
Su respaldo ciudadano creció de 41.4% en marzo a 42.5% en abril, un avance de +1.1 puntos porcentuales.
No es una cifra espectacular, pero sí representa uno de los cinco mayores aumentos del mes, junto a Eduardo Ramírez de Chiapas (+1.5%) y David Monreal de Zacatecas (+1.3%).
Este dato señala que, pese a su baja posición inicial, existe un movimiento ascendente.
La curva cambia de dirección, y en política, esa tendencia importa tanto como la posición en la tabla.
Al final, las encuestas no son juicios finales, sino postales del camino.
Otro punto relevante de la encuesta es la diferencia en Tabasco entre la aprobación de May (42.5%) y la de la presidenta Claudia Sheinbaum (77.0%).
Esa brecha de 34.5 puntos es una de las más amplias a nivel nacional y marca una clara distinción entre la percepción del gobierno federal y el estatal. Pero también implica que el respaldo al proyecto de la 4T sigue fuerte aquí, lo cual puede convertirse en un respaldo indirecto si May logra alinear mejor su gestión a esas expectativas.
Las cifras de Mitofsky son una señal de arranque para los siete meses de gobierno, no una sentencia. Porque a veces es más importante la dirección hacia dónde se va que el lugar donde se empieza.
: LA RÚBRICA
Concluida la Feria Tabasco 2025, los números presentados por el gobierno estatal dibujan un panorama alentador. Una derrama económica de más de 1,723 millones de pesos y una afluencia que supera los 2.5 millones de personas reflejan una ejecución logística y económica de buen nivel. La participación de mil 16 expositores —en su mayoría tabasqueños— sugiere que la feria ha conseguido mantener un enfoque local sin cerrar la puerta a lo foráneo. Los más de 6 millones de pesos generados en el Pabellón Artesanal y los premios a productores agropecuarios apuntan a un esfuerzo por articular lo tradicional con el mercado, aunque estos incentivos aún lucen modestos frente al volumen general del evento. La feria operó sin mayores contratiempos, lo cual no es menor cuando la inseguridad es una preocupación diaria…. Resulta grotesco que una institución cuya razón de ser es la defensa de la vida y la salud —el IMSS— abra sus puertas a la promoción de abortos voluntarios. El coordinador estatal del IMSS-Bienestar en Tabasco, Manuel Adalberto Pérez Lanz, declaró con desparpajo que los hospitales ya cuentan con la infraestructura para interrumpir embarazos hasta las 12 semanas. Es decir, hospitales construidos para salvar vidas ahora se alistan para terminarlas. Y no se trata de un caso aislado. Lo más alarmante es la normalización de estas prácticas sin un verdadero debate público. La reforma que despenaliza el aborto en Tabasco fue aprobada por nuestros diputados al vapor, sin protocolos, sin consultas, sin lineamientos operativos, sin siquiera una evaluación del estado actual del sistema de salud. Es una improvisación disfrazada de “avance”, cuando ni siquiera hay claridad sobre recursos, personal capacitado o la forma en que se garantizarán derechos tanto a pacientes como a médicos objetores de conciencia. Pérez Lanz, lejos de representar los valores médicos, se ha convertido en un operador político más, subordinando la vocación clínica a una agenda que menosprecia la vida. ¿Cómo puede un sistema alardear con la operación de quirófanos para terminar gestaciones sin una línea ética clara? Una cosa es garantizar derechos, y otra muy distinta convertir la muerte de no nacidos en un trámite hospitalario… No hay límite cuando se trata de Gerardo Fernández Noroña y su talento para la demagogia. De visita en Tabasco, el presidente del Senado pretendió enlodar a la oposición por el asesinato de dos colaboradores cercanos a Clara Brugada. Qué audacia: culpar a la derecha mientras ignora el elefante en la sala. Porque fue su gobierno el que institucionalizó no enfrentar al crimen, bajo la consigna patética de los “abrazos”, dejando la cifra del sexenio más violento en la historia reciente. Ahora, con Claudia Sheinbaum y Omar García Harfuch al frente, comienza a gestarse una paulatina corrección de rumbo. Pero no: Noroña, cual agitador de pasillo, prefiere el melodrama a la autocrítica. Su visita se dio un día después de que usara el aparato del Estado para exhibir públicamente a un ciudadano que, supuestamente, lo agredió físicamente en un aeropuerto. Ni el propio AMLO, con todo su ego, se atrevió a tanto, a pesar de las agresiones e insultos recibidos a lo largo de su mandato. La visita del enemigo del jabón Camay fue un desatino que agravia al morenismo local. No vino a sumar, sino a ensuciar el escenario con declaraciones insidiosas y oportunismo político disfrazado de duelo. Por eso dicen que ni AMLO ni la científica lo ‘tragan’.
