Restricciones de agua, falta de apoyos y precios justos pegan al campo en el oriente
Ante la llegada del ciclo agrícola, ejidatarios piden apoyos gubernamentales y referenciar los precios de los productos del campo para evitar más pérdidas

Redacción / El Sol De Cuautla
Ante la llegada del nuevo ciclo agrícola, productores del campo enfrentan graves restricciones de agua, falta de apoyos gubernamentales y precios que no cubren los costos de producción, lo que ha provocado un abandono progresivo de parcelas en la región.
Joaquín Campos Tejeda, ejidatario de Villa de Ayala y Tenextepango, señaló que actualmente la situación es crítica debido a las limitaciones impuestas por la Asociación de Usuarios del Río Cuautla (Asurco) para el uso de agua de riego.
➡️ Noticias útiles en el canal de WhatsApp de El Sol de Cuernavaca ¡Entérate!
"Está feo porque nos restringieron el agua. En diciembre avisaron que habría estiaje y con ese pretexto se agarran para no dejar sembrar".
El agricultor destacó que, además de la escasez de agua, otro problema que los aqueja es la falta de precios justos para los productos del campo. Actualmente, dijo, un kilo de ejote cuesta producirlo 12 pesos, pero es pagado entre cinco y seis pesos, generando pérdidas constantes.
Lo que debe hacer el gobierno es referenciar los precios de los productos. Desgraciadamente el campesino siempre está perdiendo, de 10 siembras, a una le va pegando y las demás son puras pérdidas.Joaquín Campos Tejeda, ejidatario
Esta situación ha provocado que muchos agricultores, especialmente aquellos con estudios o profesiones alternativas, abandonen el campo por la falta de rentabilidad. Los profesionistas ya no quieren invertir en el campo porque no se recupera la inversión, según Campos Tejeda.
El ejidatario también señaló que el agua disponible ha disminuido, no tanto por la reducción en las fuentes naturales, sino por el aumento en la demanda debido al crecimiento poblacional y a la expansión de las áreas de cultivo.
Por ahora, los agricultores de la región esperan la temporada de lluvias para iniciar sus siembras, aunque mantienen incertidumbre sobre la rentabilidad de sus cultivos ante la falta de políticas que garanticen precios justos para sus productos.