8M | Miles de mujeres marchan en Cuernavaca exigiendo seguridad y justicia
Miles de mujeres marcharon en Cuernavaca este 8 de marzo para exigir seguridad y justicia. La protesta incluyó demandas contra la impunidad y la violencia de género
Valeria Díaz
En Cuernavaca, Morelos, miles de mujeres participaron este 8 de marzo en una marcha con motivo del Día Internacional de la Mujer que llenó las calles de energía y determinación. Con pancartas y consignas, las manifestantes exigieron que Morelos sea un lugar seguro para las mujeres en todos los ámbitos en los que se desenvuelven.
Exigieron el fin de la violencia de género y que las autoridades garanticen el respeto a los derechos de todas.
La movilización, que reunió a mujeres de diversas edades y sectores, se destacó por su carácter inclusivo. Entre las participantes se encontraban madres acompañadas de sus hijos, maestras, doctoras, mujeres con alguna discapacidad, buscadoras y activistas, todas unidas en la demanda de un cambio real y estructural en la sociedad morelense.
Mujeres piden desafuero de Cuauhtémoc Blanco
Uno de los mensajes más polémicos durante la jornada fue una pancarta que exigía el juicio político y desafuero de Cuauhtémoc Blanco Bravo, exgobernador de Morelos y actual diputado federal. La demanda surge en medio de una denuncia por presunto abuso sexual contra su media hermana, situación que ha generado debate sobre la impunidad y la necesidad de justicia para las víctimas de violencia.
Las organizadoras señalaron que es importante mantener la presión sobre las autoridades para que se implementen políticas efectivas de seguridad y justicia.
Madres buscadoras alzan la voz
Entre las manifestantes había madres buscadoras que llevan días, meses y años sin saber de sus hijas, lo cual en varios momentos de la marcha las conmovió hasta las lágrimas al ver el apoyo que recibieron durante la movilización, entre ellas la mamá de Adriana Margarita Reyes Rufino, quien desde el 2021 no se sabe nada.
“Salió de la casa en la colonia Milpillas de Cuernavaca, rumbo a su trabajo, pero nunca más regresó y ya tampoco contestó las llamadas”, recordó su madre envuelta en lágrimas, esperando algún día encontrarla a pesar del paso del tiempo y la falta de avances en las investigaciones.
La marcha tuvo una duración aproximada de dos horas desde el Niño Artillero hasta el Zócalo de Cuernavaca, y las autoridades atendieron la solicitud de los colectivos feministas para prevenir cualquier confrontación, manteniendo las calles libres de presencia policial; únicamente se contó con personal médico y paramédico para atender a las mujeres que lo requirieran durante la manifestación.
Diversos negocios, junto con sus empleados, salieron a las calles para ofrecer agua, helados y fruta a las manifestantes, en señal de solidaridad con la causa. No se observaron vallas en ningún inmueble, únicamente se colocaron protecciones de madera en las zonas con vidrios para salvaguardar la integridad de las participantes.
Eva la Sánchez: Voz de una madre en la lucha por la justicia en Morelos
El 8 de marzo, en el marco de la movilización de mujeres en Morelos, Eva Sánchez asistió a su primera una marcha en defensa de los derechos y la dignidad de las mujeres. Junto a su hija, que actualmente realiza servicio en el hospital de Temixco, Eva denunció el hostigamiento que su hija ha sufrido.
"Que pues nos sumemos porque pues están escuchando por un bien, por un bien común.”
Para Eva, la participación en estas movilizaciones no es una acción aislada, es el reflejo de experiencias dolorosas vividas de cerca, "De hecho nosotros lo vivimos”, afirmó, recordando el trágico caso que marcó a su familia: hace 40 años, cuando su tía perdió a su niña en el Estado de México, caso que aún sigue sin respuestas ni un cierre para los familiares afectados.
“Que se pongan a trabajar, que pongan a buscar a los familiares, que escuchen a la gente que ha perdido un familiar", expresó.
Toda tuvieran voz
Una vez concluida la manifestación, el colectivo organizador ofreció el micrófono a todas las mujeres que deseaban expresarse o presentar denuncias públicas. Algunas, cubriéndose el rostro, compartieron sus vivencias al narrar casos de abuso y acoso sexual, amenazas de muerte, violencia psicológica y vicaria, entre otros tipos con razón de género.
Al finalizar cada testimonio, las asistentes respondían con solidaridad,“¡No estás sola, yo sí te creo!”.
Cuando concluyó esta actividad, las mujeres decidieron dejar sus cartulinas y pancartas frente al Palacio de Gobierno para recordar a las autoridades la deuda que tienen con ellas. Además, dejaron algunas pintas, sin embargo, cabe destacar que se respetó el memorial de las víctimas.
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