Trata de personas: la violencia invisible que podría estar más cerca de lo que crees
Mientras miles de personas son explotadas sin que nadie lo note, autoridades y sociedad civil buscan nuevas formas de entender, detectar y detener este delito
Miriam Estrada / El Sol de Cuernavaca
¿Sabes reconocer un caso de trata de personas? La mayoría de nosotros no. Ese es justamente el problema. La trata no es solo un delito: es una red silenciosa que convierte a personas, sobre todo mujeres, adolescentes, migrantes y comunidades vulnerable, en mercancía. En esclavos del siglo XXI. Y lo más alarmante es que sucede más cerca de lo que imaginamos: en las calles, en los trabajos, en redes sociales, incluso en nuestras propias comunidades.
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Para visibilizar esta realidad, se llevó a cabo el curso-taller “Acercamiento a la Trata de Personas como Fenómeno Social” en el CETIS 43 de Xochitepec, donde participaron autoridades estatales y municipales, pero también colectivos que trabajan desde las entrañas de esta problemática.
Más que cifras: personas atrapadas
La trata de personas es un crimen que opera con engaños, promesas falsas y coerción. Puede tener muchas caras: explotación sexual, trabajo forzado, matrimonios forzados o incluso el tráfico de órganos. Las víctimas, en la mayoría de los casos, no se identifican como tales hasta que es demasiado tarde.
Y ahí está el problema: ¿cómo denuncias algo que no sabes que te está ocurriendo?
Fernando Bizarro González, director general de Derechos Humanos, fue claro al respecto: Es de suma importancia promover la capacitación y sensibilización constante a los funcionarios públicos estatales, municipales y la sociedad, a fin poder identificar posibles casos de trata y, a la vez, incentivar la denuncia como vía para la actuación oportuna de las autoridades federales y locales en el país.
¿Quiénes deben estar alertas ante la trata de personas?
Durante la jornada participaron representantes de diversas áreas: Instancias de la Mujer, Diversidad Sexual, Juventud, Seguridad Pública, Fiscalía y grupos de atención a poblaciones vulnerables. Porque sí, este no es un tema exclusivo de derechos humanos o de seguridad: la trata nos compete a todos.
Los perfiles más comunes de víctimas no son fortuitos. La trata se alimenta de la desigualdad, del machismo, del racismo, de la pobreza, de la ignorancia digital. Mientras no entendamos eso, seguiremos pensando que este problema es de “otros lados”.
¿Qué puedes hacer para prevenir el delito de trata de personas?
Infórmate: conoce las señales de alerta. Aislamiento, control excesivo, cambios de comportamiento, personas que no tienen control de sus documentos o de sus horarios.
Habla del tema: el silencio solo protege a los criminales.
Denuncia: si sospechas de un posible caso, acércate a las autoridades o a colectivos especializados.
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