Quitzia Libertad, la Mujer del Año que desafía barreras en la Medicina y la Ciencia
Reconocida por su labor, Quitzia Torres Salazar ha contribuido a mejorar la salud pública en Durango, destacando en proyectos como “Escuela y Salud”

Perla Rodríguez / El Sol de Durango
Quitzia Libertad Torres Salazar, médica cirujana, maestra en Salud Pública y doctora en Ciencias Biomédicas, ha cobrado amplia popularidad en el rubro, enviando un mensaje que las mujeres también pueden. Ingresó a la Facultad de Medicina a los 17 años de edad y egresó en 2003, después de una carrera larga y exigente. Desde aquel momento ha estado enfocada en la Medicina y la Ciencia.
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Por su amplia y destacada trayectoria, fue reconocida en la categoría Medicina y Ciencia en la segunda edición del Premio Mujer Duranguense del Año 2025, otorgado por El Sol de Durango. Durante cinco años, ocupó un cargo gubernamental como responsable de los programas “Escuela y Salud”. “Es emocionante recibir un premio como éste, primeramente por lo que implica ser médico y, segundo, ser científica en una profesión machista como es la ciencia y la medicina”. En este sentido, reflexionó sobre cómo, en los avances científicos, siempre se ha tendido a pensar en términos masculinos. Recordó que, en su formación, les enseñaban a hacer RCP con maniquís, pero estos modelos siempre fueron masculinos, sin una perspectiva de género.
El RCP, por las características fisiológicas, es distinto en hombres y mujeres. Son cosas que, aunque pequeñas, nunca se han tomado en cuenta dentro de la ciencia
Pese a las dificultades, destacó que cada vez son más las mujeres que buscan abrirse espacio en el campo de la medicina y la ciencia. “Antes de mi generación, el 10 por ciento de los médicos eran mujeres; hoy, casi el 60 por ciento de los egresados de la Facultad de Medicina son mujeres. Esto también representa un compromiso”, añadió.
Torres Salazar también es la creadora de una plataforma virtual que forma a residentes de especialidades médicas, trabajando con estudiantes de toda la República Mexicana. Esta plataforma, Alpha .01 Asesorías Profesionales para la Tesis, la desarrolló durante la pandemia, cuando las restricciones de movilidad dificultaban el trabajo presencial. Sin embargo, logró encontrar una manera de seguir adelante, impartiendo clases en línea y detectando la necesidad de formar perfiles profesionales para cubrir las numerosas plazas de residencia que se abrieron durante esa etapa.
En ese contexto, destacó que por las condiciones que generó el confinamiento, muchos alumnos se quedaron con rezagos educativos, especialmente en lo que respecta a la metodología de la investigación. Con su emprendimiento, Torres Salazar ayudó a subsanar esta problemática, convirtiéndola en una oportunidad para contribuir al sistema educativo y de salud.

Su carrera también la ha llevado a incursionar en la farmacología, realizando ensayos clínicos para la autorización de medicamentos genéricos, los cuales deben cumplir estrictos estándares de calidad antes de llegar al mercado.
Una de las experiencias más significativas en su carrera como médica e investigadora fue su trabajo con los pueblos indígenas de Durango, tema con el que se graduó de la maestría. “Se trata de entender cómo perciben ellos los problemas de salud, convivir con ellos, entender sus dinámicas y platicar. Esta cercanía nos dio mucha luz sobre su situación de salud”.
En uno de los albergues que visitaron, se dieron cuenta de que las personas no desayunaban adecuadamente. Les llegaban despensas con sopas Maruchan, refrescos y otros productos poco nutritivos, y esto se repetía día y noche. Aunque no había casos de diabetes en ese momento, sí se observaron alteraciones en sus perfiles de lípidos y glucosa.
“Es importante detectar este tipo de situaciones. Si algún día una persona tiene problemas de diabetes, hipertensión o condiciones relacionadas, puede complicarse y morir. Detectar la dinámica y el impacto de estas condiciones es crucial para saber cómo atenderlos”.

Para las nuevas generaciones que desean seguir sus pasos, Torres Salazar recomendó no darse por vencidos; las mujeres también pueden destacar, sin importar que el campo esté mayoritariamente dominado por hombres. Afortunadamente las mujeres ya han dejado huella y han abierto caminos.
Hace dos años escribió un libro titulado “Y para cuándo la tesis”. También colaboró en otro libro junto con el doctor Alejandro Macías, de la Universidad de Guanajuato, y el doctor Jesús Canales. El objetivo fue crear una forma amigable de acercarse a la investigación, para que los estudiantes no le tengan miedo.
Finalmente, reflexionó, si se tuviera frente a un espejo, se diría que está orgullosa de ella, y que va por buen camino, aunque ha sido un camino difícil.
