Casos y cosas de la experiencia / Esos amigos
“Si has conseguido algo gracias a tu esfuerzo, siéntete satisfecho y no intentes tener lo que tienen los demás”. (Moraleja)
Era media tarde, al pasar por un jardín de la Universidad, de pronto encontré a un amigo platicando con estudiantes. A su lado, vi a un personaje que representa un icono en la comunidad. Me detuve y lo observé, aparentemente estaba relajado recargado en la puerta, recibiendo el frescor del aire acondicionado que se colaba por los costados.
Entonces pensé en las personas que deambulan todo el día por la ciudad en condiciones precarias: descalzos, cargando bolsas de basura, en ocasiones con poca ropa que los cubra de los fuertes rayos del sol. Considero que más de una habrá sucumbido al castigo del fuerte calor que se registra en Hermosillo. Dichas personas realizan un esfuerzo físico intenso, expuestas a temperaturas extremas, sin la posibilidad de enfriarse adecuadamente. Esto puede sobrecargar el cuerpo, provocar un golpe de calor y sobrevenir la deshidratación: falta de líquido en el cuerpo, que dificulta la capacidad para enfriarlo.
Esto es causado por las altas temperaturas, que en ocasiones superan los 45 grados. Y puede derivar en los padecimientos mencionados, cuyas consecuencias son: pérdida de control, elevación extrema de la temperatura corporal, enrojecimiento de la piel, que se torna caliente y seca (sin sudor), pulso rápido y fuerte, dolor de cabeza palpitante, mareos, náuseas, confusión y pérdida de conocimiento, en algunos casos.
Si encuentras a personas en esta condición, te invito a que les brindes apoyo cuando las veas recorrer las calles. Ofréceles agua y un trozo de pan, para que refresquen su cuerpo y les dé un poco de energía para continuar su viaje. Confío en que nuestra colaboración contribuya a cuidarlas mejor. Hay quienes viven en la periferia de la ciudad, en “casas” con techos de cartón negro y poca ventilación: un infierno que pone a prueba su resistencia. En fin, si sospechas que alguna persona experimenta un golpe de calor, llama a emergencias, al 911. Luego apártala inmediatamente del calor. Toda vida humana tiene derecho a preservarse.
Cuando regresaba de una reunión, lo encontré tirado en el piso, cerca de la puerta de un auditorio. No se movía, su respiración era lenta y con ciertos espasmos. Presumí que se refrescaba con el aire fresco que salía por debajo de esa puerta. Hablo de un perro que perseguía su bienestar; no sé su nombre, ni conozco al dueño. Su color es el común de los perros que deambulan por la calle sin rumbo fijo, expuestos a muchos daños y maltratos. Algunos de los síntomas que presentan estos animalitos ante el golpe de calor incluyen jadeo excesivo, salivación intensa, encías rojas o pálidas, debilidad, desorientación, colapso, vómitos y diarrea y, en casos graves, convulsiones.
Les comenté a las personas que apoyan en el aseo de las aulas lo que observé en este perro y su ubicación, para que lo apoyasen. Estos trabajadores lo alimentan, le ofrecen agua y afecto. Gracias a ellos por su atención y cuidado.
Quizá notes que tu mascota experimenta síntomas de deshidratación; se tambalea, tiene dificultad para moverse, su respiración es rápida y forzada y tiene la lengua azul. Por favor no la dejes dentro de un automóvil, porque el calor puede matarla.
Concluyo con este cuento breve, espero les guste. Fue escrito por niños de segundo año de una escuela cualquiera: “Un perro muy hambriento caminaba de aquí para allá buscando algo para comer, hasta que un carnicero le tiró un hueso. Llevando el hueso en el hocico, tuvo que cruzar un río. Al mirar su reflejo en el agua creyó ver a otro perro con un hueso más grande que el suyo, así que intentó arrebatárselo de un solo mordisco. Pero cuando abrió el hocico, el hueso que llevaba cayó al río y se lo llevó la corriente. Muy triste quedó aquel perro al darse cuenta de que había soltado algo que era real por perseguir lo que solo era un reflejo”
Hasta la próxima. Buen fin de semana.
Por un mundo de gratitud y paz. Buen fin de semana. Año 2025
Correo electrónico: ignacio.lovio@gmail.com