La Catedral del Carmen celebra 105 años de historia en Torreón
Por ella han desfilado sacerdotes carmelitas, jesuitas y diocesanos
Armando Cobian
Torreón, Coahuila. - Este primero de mayo, la ahora Catedral de Nuestra Señora del Carmen, ubicada sobre el corredor Matamoros a unos pasos de la Calzada Colón, dos vialidades emblemáticas para la ciudad, cumple 105 años desde que fue erigida como parroquia, motivo por lo cual se preparan algunos pequeños festejos, dejando el plato fuerte para cuando lleguen los 110 años, advirtió el padre Víctor Manuel Gómez Hernández.
La Diócesis reconoce y agradece la ardua labor de sacerdotes carmelitas, jesuitas y diocesanos en el caminar de esta Iglesia, sin demeritar el vasto trabajo que laicos, religiosas y religiosos también han invertido desde los inicios de la construcción del templo.
“Si bien es cierto estamos de fiesta por estos primeros 106 años, la celebración la vamos a tener en grande hasta cumplir los 110 años, así lo estamos planeando y por ello le estamos metiendo mano a la Catedral de Nuestra Señora del Carmen en todo su edificio”, recalcó.
La Comarca Lagunera de Coahuila, específicamente Torreón, nació con un fervor predominante hacia la Virgen de Guadalupe y por otras devociones marianas, como es el caso de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro y de Nuestra Señora del Carmen. Por eso es que a ésta última advocación se dedicó a nuestra catedral, y debido a que los primeros sacerdotes a cargo del templo fueron padres carmelitas.
La obra evangelizadora de quienes nos antecedieron despierta en todos nosotros un renovado fervor para promover la Nueva Evangelización en la Diócesis de Torreón, a partir de la persona de Jesucristo y de comunidades vivas y dinámicas, con especial protagonismo de los laicos, particularmente de los jóvenes, para que, con nuestro llamado de santidad y de acción evangelizadora, y una evangélica y renovada opción preferencial por los pobres, la fuerza del Evangelio penetre y transforme la cultura (objetivo general de la Diócesis 1994-2000].
De esta forma, el origen de la Catedral del Carmen recordará siempre la gran labor misionera que realizaron los fundadores de este recinto religioso: los padres carmelitas. El primer sacerdote que atendió el templo como párroco, fue el padre carmelita Domingo Pitarch Rico.
Su llegada ocurrió en el año de 1910, cuando los sacerdotes carmelitas llegaron a Torreón para participar en obras misioneras. Ya para 1912, quedaron instalados.
En 1916 los carmelitas comenzaron a realizar actividades religiosas como la administración de los sacramentos. En ese tiempo, la comunidad del Carmen dependía de la Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe. Sin embargo, para mayo de 1920 se desmembró de ahí para ser erigida como parroquia.
A la Parroquia del Carmen le tocó vivir el tiempo de cierre de iglesias durante la persecución religiosa, motivo por el cual el padre Pitarch dejó su cargo. Después de este acontecimiento, los sacerdotes jesuitas se hicieron cargo de la parroquia, luego con el pasar de los años, quedó a disposición de los sacerdotes diocesanos. Una vez que se erigió la Diócesis de Torreón, en abril de 1958, la parroquia del Carmen fue elegida como sede catedralicia.
De las 63 parroquias existentes en esta Diócesis, la Catedral del Carmen ocupa el lugar número ocho dentro de los templos más antiguos de esta Iglesia particular, solo después de las parroquias de Santiago Apóstol (Viesca), Nuestra Señora del Refugio (Matamoros), Nuestra Señora de Guadalupe (Torreón), San Pedro Apóstol (San Pedro de las Colonias), Sagrado Corazón de Jesús (Francisco I. Madero), Nuestra Señora de Guadalupe (Coyote) y la Resurrección del Señor (Concordia).
Debido a la contingencia sanitaria por COVID-19, los festejos por el centenario de catedral como parroquia se pospusieron. Mons. José Luis Escamilla Estrada, párroco en ese momento de la catedral, confirmaba que las celebraciones se postergarían hasta mediados del mes de junio.
Los nombres de algunos sacerdotes como el Padre Alejo, el Padre Artemio Villarreal, el Padre José Rodríguez Tenorio, el Padre José Luis Escamilla, son tan solo algunos de las decenas de sacerdotes que por estos pasillos han caminado, destaco el padre Víctor Manuel Gómez.
NOTAS RELACIONADAS
Más Noticias
LO+VISTO
COLUMNAS
LO+RECIENTE
