Aranceles del 25% de EE.UU. ponen en jaque a la economía de Guanajuato
La imposición de aranceles del 25% a productos mexicanos por parte de EE.UU. genera un “colapso logístico” en los cruces fronterizos, afectando gravemente la economía de Guanajuato
José Sánchez
CELAYA, Gto.- “La imposición de aranceles del 25% a productos mexicanos por parte de Estados Unidos es, sin duda, el desafío económico más grande que ha enfrentado nuestra región en años recientes. Estamos presenciando lo que podríamos llamar un “colapso logístico” en los cruces fronterizos. Para Guanajuato, cuyas exportaciones salen principalmente por Nuevo Laredo y Ciudad Juárez, representa un duro golpe a nuestras cadenas de distribución”, dijo el Doctor en Economía y Gestión de la Informática, Salvador Estrada Rodríguez.
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Bajío ante la incertidumbre: Aranceles suspendidos, pero el reto sigue
El Dr. Salvador Estrada, de la UG, considera que es tiempo a que empresas se adaptenTras la promesa cumplida del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el catedrático de la Universidad de Guanajuato, Campus Celaya-Salvatierra, expuso que el sector automotriz de Guanajuato, pilar de la economía en el estado, está particularmente expuesto.
“Con plantas como Honda en Celaya, General Motors en Silao, y Toyota en Apaseo el Grande enviando el 85.9% de su producción a Estados Unidos, el panorama es preocupante. Estas armadoras enfrentan una disyuntiva complicada: absorber parte del arancel sacrificando márgenes o trasladar el costo al consumidor final y arriesgarse a perder ventas”, dijo el catedrático de la Universidad de Guanajuato.
En cuanto al campo guanajuatense, la situación no es menos alarmante. Nuestro estado encabeza la producción nacional de brócoli, un cultivo que generó 352 millones de dólares en exportaciones el año pasado. Dolores Hidalgo y Valle de Santiago dependen fuertemente de este mercado. Los productores ya reportan cancelaciones o intentos de renegociación de contratos con compradores estadounidenses.Salvador Estrada Rodríguez.
Comentó que los mercados financieros están dando señales mixtas que deben ser interpretadas con cautela. “Hemos visto una montaña rusa en hace unas semanas: el peso ha pasado de 20.53 por dólar justo antes del anuncio de aranceles, a 20.73 en el momento de pánico inicial, para luego corregir parcialmente a 20.30 al día de hoy. Esta relativa estabilización sugiere que hay cierta confianza en una respuesta estratégica por parte de México”.
Precisó que esta volatilidad cambiaria crea un efecto de “amortiguador parcial” para los exportadores. Un exportador que vende productos a precio fijo en dólares recibe ahora aproximadamente 1.3% más pesos por cada dólar, comparado con la situación previa a los aranceles. Esto alivia marginalmente el golpe, pero estamos hablando de un arancel del 25% frente a un beneficio cambiario de apenas 1.3%. La matemática es implacable.
“Para ilustrar esta situación con ejemplos concretos: Tomemos el caso de las armadoras en Celaya y Apaseo el Grande. Una Toyota Tacoma de 30 mil dólares enfrentará un sobrecosto arancelario de 7 mil 500 dólares. El ligero ajuste cambiario apenas reduce este impacto en unos 460 pesos mexicanos, una cifra insignificante frente a los más de 152 mil pesos de arancel por unidad. Simplemente no hay tipo de cambio realista que pueda compensar semejante golpe”, explicó.
Enfatizó que la situación en el sector agroindustrial es similarmente preocupante. Los productores de fresa en Irapuato o brócoli en la región tienen contratos con precios fijos en dólares. Un cargamento de 50 mil dólares enfrentaría 12 mil 500 dólares adicionales en aranceles. El tipo de cambio actual apenas alivia este impacto en 11 mil 500 pesos, cuando el costo extra total supera los 250 mil pesos. Para muchos pequeños y medianos productores, esta matemática es insostenible.
Para nuestra región, la prioridad absoluta debe ser que el gobierno negocie exenciones en sectores clave como el automotriz y el agrícola, acelere el nearshoring con incentivos claros, y mantenga la estabilidad monetaria. Celaya y los municipios circundantes pagarán el precio con pérdida de empleos y estancamiento económicoSalvador Estrada Rodríguez.
Comentó en entrevista que las plantas automotrices en Guanajuato llevan años invirtiendo para alcanzar el 75% de contenido regional que exige el tratado, por lo que ese trabajo previo es lo que hoy las salva de un golpe devastador.
“Guanajuato, como principal productor automotriz del país con el 40% de la producción nacional, recibe un alivio significativo. Toyota en Apaseo el Grande con sus camionetas Tacoma que tienen aproximadamente 90% de contenido regional; Honda en Celaya fabricando el HR-V con 70-75% de componentes regionales; y General Motors en Silao con sus Silverado y motores que alcanzan el 80% de integración norteamericana, pueden ahora respirar con cierta tranquilidad”, mencionó.
Resaltó que para Honda Celaya, esto significa evitar un sobrecosto de entre 3 mil y 4 mil dólares por cada HR-V, lo que habría sido catastrófico para su competitividad. Estamos hablando de una planta que produce unos 108 mil vehículos anuales y emplea a miles de celayenses y habitantes de municipios circunvecinos.
“En el caso de Toyota en Apaseo el Grande, su robusta red de proveedores en México y Estados Unidos le permite cumplir holgadamente con los requisitos del T-MEC. Su producción anual de 200 mil Tacomas habría enfrentado aranceles millonarios de no ser por esta exención, con consecuencias devastadoras para el empleo en la región”, explicó el investigador de la Universidad de Guanajuato, Campus Celaya-Salvatierra, que este jueves presentó su conferencia “La economía en colores: un paradigma emergente en los estudios del desarrollo”.
Amplió que es particularmente preocupante la situación de los componentes críticos para vehículos eléctricos, ya que las baterías y ciertos semiconductores especializados actualmente provienen mayoritariamente de Asia y no cumplen con las reglas de origen del T-MEC. Esto representa un obstáculo serio para la transición hacia la electromovilidad en nuestras plantas regionales.
“Una ventana de oportunidad para Guanajuato ante este escenario. El estado debe aprovechar para atraer inversiones en componentes estratégicos como baterías y semiconductores, elevando así el contenido regional y blindándose ante posibles nuevas exigencias. Las instituciones de Educación Superior y nuestros centros de investigación podrían jugar un papel crucial desarrollando investigación aplicada y formando especialistas en estas tecnologías emergentes”.
Nuestro clúster automotriz debe trabajar en tres frentes simultáneos:
Profundizar la integración regional aumentando la base de proveedores locales y norteamericanos.
Acelerar la transición hacia vehículos eléctricos con componentes que cumplan el T-MEC.
Presionar al gobierno federal para negociar un futuro T-MEC 2.0 que establezca reglas claras y evite sorpresas unilaterales.
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Especialista afirma que el costo será mayor de un autoEnfatizó que el futuro de Celaya, Apaseo y toda la región depende de la capacidad para adaptarse proactivamente.
Si la agroindustria continúa enfrentando el arancel del 25%, veremos un efecto dominó: menos empleos agrícolas significan menor poder adquisitivo, lo que eventualmente impactará en toda la economía regional, incluyendo servicios y comercio localSalvador Estrada Rodríguez.
Contextualizó que el estado encabeza la producción nacional de brócoli, un cultivo que generó 352 millones de dólares en exportaciones el año pasado. Dolores Hidalgo y Valle de Santiago dependen fuertemente de este mercado. Los productores ya reportan cancelaciones o intentos de renegociación de contratos con compradores estadounidenses.