Papa Francisco. Semblanza de un hombre comprometido con la esperanza
Declaró Carlo Musso, colaborador de la autobiografía del papa Francisco, que se había previsto su publicación después de su fallecimiento. Pero ésta vio la luz un poco antes, porque el papa consideró su pertinencia en un mundo lleno de personas necesitadas de esta virtud teologal. Con este propósito en mente, quien llevó en vida el nombre de Jorge Bergoglio fue redactando los veinticuatro capítulos de su autobiografía, que comienza con la llegada a Argentina de sus abuelos piamonteses.,
Así, el papa consideró que su cercanía con distintos grupos humanos marginados o no, está señalada por estas circunstancias. Y su primera identidad la relacionó con los migrantes, con la guerra, pero también los episodios de fraternidad con las tropas enemigas. Y estas vivencias van marcando al hombre abierto a las heridas físicas y espirituales, despertando un espíritu tolerante, que va desarrollando diversas estrategias para afrontar los males. Entre éstas, la pregunta, el arte, la literatura, la poesía, sus primeras impresiones del arte cinematográfico, Por lo tanto, su biografía va haciendo alusión a distintas obras literarias que le aportaron un enriquecimiento, como la novela “Los novios” de Manzoni, las películas del neorrealismo italiano, con una mención específica al filme “La Strada”, de Federico Fellini. Respecto a su reflexión sobre la importancia de la Virgen María y su figura maternal, destaco una de sus expresiones: “Quien mira quien mira al futuro sin mirada maternal es necesariamente miope”. p 63.
Su experiencia con los pobres data desde sus días de juventud y lo va sensibilizando hacia la riqueza de estos grupos humanos: “Toda ayuda es siempre un encuentro y podemos aprender mucho de los pobres”. Es muy explícito al mencionar sus gustos:
“Me gusta caminar, la calle me cuenta muchas cosas, en la calle aprendo, y me gusta la ciudad, dentro de mi alma me considero un hombre de ciudad”.
Gracias a su fuerte identidad, el Papa Francisco pudo tomar decisiones importantes para él y para el mundo. Así como decidió ocupar la casa de Santa Marta, resolvió ir a socorrer a los migrantes en Lampedusa, a platicar con millones de jóvenes en Brasil, a dialogar con los jefes de distintas religiones en el mundo, a limitar el poderío de miembros del Opus Dei, a recibir con amabilidad distintos grupos de homosexuales.
Su biografía nos va llevando a lo largo de veinticuatro capítulos por las reflexiones que distintas vivencias le van suscitando. Los mismos títulos van anunciando la dirección que siguen sus cavilaciones: “La vida es el arte del encuentro”, donde habló de las bondades de los deportes en la educación de los jóvenes y de la música clásica como una flor que cultivó desde que era un muchacho y recuerda a Chopin, Mozart, Malher de quien subrayó una de sus citas preferidas respecto de la tradición:
La tradición no es la adoración de las cenizas sino la preservación del fuego. La tradición no es un museo, es la garantía del futuro. Esta idea lo va a guiar en sus decisiones respecto de las demandas de los integristas nostálgicos de la iglesia católica.
De su encuentro con el escritor Jorge Luis Borges recordó el más místico de sus cuentos, aquel que se refiere a un encuentro muy posterior entre Caín y Abel, donde el segundo -ya no recuerda si el primero lo mató- pero sí conserva en su memoria que Caín es su hermano.
Su postura política también tuvo raíces familiares. Nos comentó que procedía de una familia radical y explica que la política siempre le ha interesado. De este interés humano y social están impregnadas sus encíclicas, sobre todo Laudato Si:” Alabado seas”, 2015, donde aborda el medio ambiente, haciendo hincapié en la urgencia de cuidar la creación y Fratelli Tutti:”Hermanos todos”, 2020, sobre la fraternidad y la amistad social.
´Para cerrar, unas palabras sobre los últimos capítulos donde el papa destacó la importancia del humor y lo ejemplifica con unos buenos chistes. Nos habló también la tensión de sus últimos años de pontificado. Resulta relevante su perspectiva sobre la vejez, cuando define a esta etapa de la vida diciendo: “ La vejez es también un tiempo de gracia”. Por otra parte, el capítulo titulado “El escándalo de la Paz” es un fuerte llamado a la reflexión para trabajar sobre la paz desde el rincón donde cada uno está ubicado.
En estos momentos de duelo que estamos viviendo por la muerte del papa Francisco, los invito a repasar los distintos capítulos de este libro, de quien tomó como nombre al santo de la pobreza. Sugiero leer las palabras que él escribió sobre sí mismo. Son su legado más fiel. Esperanza. Francisco. La Autobiografía. Penguin Random Hause, México, 2025.
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