WeWork es rentable tras bancarrota
La arrendadora de espacios busca consolidarse en México, donde renta a bancos y fintechs, dice presidente
Miguel Ángel Ensástigue / El Sol de México
Tras la salida del Capítulo 11 de la Ley de Quiebras en Estados Unidos, WeWork buscará consolidar su presencia en todos los mercados donde opera durante 2025 y 2026, además de aprovechar la incertidumbre financiera actual.
“Hoy en día WeWork es una compañía sana, no tiene deuda, es una empresa rentable y que tiene una posición muy sólida en el mercado. Lo que queremos hacer durante el 2025 y 2026 es consolidar el espacio que tenemos actualmente”, aseguró Claudio Hidalgo, presidente de WeWork para Latinoamérica.
En noviembre de 2023, WeWork, una compañía dedicada al arrendamiento de espacios y oficinas compartidas, se declaró en bancarrota en Estados Unidos por problemas financieros, entre ellos deudas hasta por 18 mil millones de dólares.
Google intenta en tribunales evitar su división con Chrome
La batalla de Google para proteger Chrome se reanudó después de que un juez de EU dictaminó que Google monopoliza el mercado de la publicidad en internetFue hasta abril de 2024 cuando logró un acuerdo con la mayoría de sus acreedores y así poder reducir sus pasivos en aproximadamente cuatro mil millones de dólares. En el pasado, la firma llegó a tener una valuación de 47 mil millones de dólares.
En entrevista con El Sol de México, Hidalgo destacó que para consolidar a WeWork en los próximos años no buscarán nuevos edificios o espacios de trabajo, salvo que sus socios o actuales clientes lo soliciten.
Puedes leer: WWE adquiere a la empresa mexicana Lucha Libre AAA: las implicaciones financieras de la compra
“Nuestra prioridad está en los espacios que tenemos hoy día, en consolidarnos y seguir la ruta de rentabilidad, una ruta que por muchos años no tuvimos y que actualmente sí podemos disfrutar; queremos hacerlo con calma y calidad”, afirmó el ejecutivo.
A nivel global, la firma tiene presencia en 150 ciudades de cinco continentes con 597 edificios de oficinas compartidas, una tendencia también conocida como coworking.
La empresa opera en el país desde el 2016 y a la fecha cuenta con 22 edificios distribuidos en tres entidades: 14 en la Ciudad de México, cuatro en Monterrey y el resto en Guadalajara, con más de 27 mil 600 membresías activas.
A nivel global, la firma tiene presencia en 150 ciudades de cinco continentes con 597 edificios de oficinas compartidas, una tendencia también conocida como coworking
Entre su cartera de clientes se encuentran empresas farmacéuticas, bancos, aseguradoras, retail, startups, fintechs y estudios de abogados, por citar algunos.
Según Hidalgo, la tasa de ocupación de sus oficinas en México es del 83 por ciento, lo que refleja la creciente demanda por espacios de trabajos compartidos y también un cambio de modelo laboral en las empresas, pues cada vez más optan por un esquema híbrido.
Tan sólo en el último semestre, la firma registró un crecimiento del 30 por ciento en su tasa de ocupación en el país. Una de las ventajas de estos espacios, en palabras del ejecutivo, es que puedes tomar un café con el director general de una fintech, mientras juegas un partido de ping pong con el director financiero de un banco.
“Los beneficios del mundo híbrido se ven en temas de salud mental o retención de empleados, a veces el mismo talento está buscando un trabajo remoto sobre un mejor salario”, apuntó el presidente de WeWork para Latinoamérica.
➡️ Únete al canal de El Sol de México en WhatsApp para no perderte la información más importante
Es aquí donde también la empresa quiere aprovechar la incertidumbre financiera actual, marcada por una guerra arancelaria de Estados Unidos contra países como México, Canadá, China, y otros socios comerciales.
Desde la perspectiva de Hidalgo, la oportunidad para WeWork está en ofrecer oficinas con rentas de uno a 24 meses y no a una década o más como otros arrendatarios o compañías del mismo sector, aunado a la personalización para cada uno de sus clientes.
“Cuando llega la incertidumbre se genera un impacto positivo para nosotros, porque nuestra principal competencia de alquileres tradicionales tiende a ralentizarse en estos momentos. Si se quiere firmar un contrato a 10 años, habrá quien decida esperar un poco”, apuntó Hidalgo.