El cáncer sorprendió a Herminia y María buscando a sus hijas; fallecieron sin encontrarlas
Ambas enfrentaron la omisión del Estado para localizar a sus hijas desaparecidas en la CDMX y también las fallas del sistema de salud
Gloria López / El Sol de México
Herminia Valverde Morales y María Guadalupe Suárez Vázquez fallecieron durante la búsqueda de sus hijas desaparecidas en la Ciudad de México.
Ambas no sólo enfrentaron la ausencia de sus hijas y las trabas y omisiones del Estado para localizarlas, sino también las fallas del sistema de salud que no las diagnosticó a tiempo con cáncer.
Herminia era originaria de Chiapas, pero se mudó a la capital del país, donde formó una familia de cinco hijos. La vida le cambió el 27 de abril de 2018, cuando su hija, Mariela Vanessa Díaz Valverde, salió de su casa en la colonia Fuego Nuevo, en la alcaldía Iztapalapa.
Tendrá búsqueda de desaparecidos 255 mdp adicionales en CDMX
Clara Brugada, jefa de gobierno de CDMX, expuso que en las tareas de búsqueda “no se permite burocratismo” en los procesosMariela estudiaba Letras Hispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras de Ciudad Universitaria. Ese día, dijo que iría a la universidad, pero no volvieron a saber de ella. Desde ese entonces, Herminia la buscó y comenzó su calvario con las autoridades.
“Todo lo que hemos vivido ha sido muy triste y revictimizante. En primera instancia el Ministerio Público ni siquiera quiso levantar la denuncia por desaparición, nos dijeron que había que esperar y que teníamos que ir al Centro de Personas Extraviadas (Capea). En ese entonces no sabíamos nada, a dónde recurrir y qué hacer”, contó Gabriela Díaz, hija de Herminia.
La familia denunció la desaparición de la joven y el Ministro Público, adscrito al Capea, inició la búsqueda un mes después, además argumentó que se perdieron las pruebas y videos de la zona.
“No podíamos creer que Mariela no hubiera llegado ese día y que nos estuviera pasando eso, pero mi mamá todo el tiempo demostró fortaleza, fue como de ‘tengo que ir a poner la denuncia’, ‘tengo que buscar a mi hija’ y ‘tengo que hacer algo’”, agregó.
Herminia se convirtió en una activista y mujer de lucha. Se integró al Colectivo Hasta Encontrarles con el que realizó varias búsquedas en Iztapalapa y otros puntos de la ciudad.
En 2021, Herminia comenzó a sentirse cansada y presentar dolor de estómago, lo que ya no le permitió continuar con las búsquedas.
Fue muy fuerte para mi mamá la noticia de tener cáncer, pero también la preocupación de no encontrar a su hija la hacía mantenerse fuerte
“En noviembre y diciembre de 2021 empezó a sentirse mal. Fuimos al doctor y le decimos que era colitis o gastritis y le mandaban cosas para calmar el dolor”, explicó Gabriela.
Dos años después de someterse a una cirugía, su salud se fue deteriorando y ya no mejoró. Comenzó a alejarse de su trabajo, actividades cotidianas y de las jornadas de rastreo.
“Desde ahí también nos dimos cuenta de cómo está el sistema de salud, de que minimizan mucho los síntomas, y cuando finalmente le diagnosticaron cáncer de colon, mi mamá ya lo tenía muy avanzado, cuando ya no se podía hacer mucho”, señaló.
“Hasta ese entonces mi mamá todavía iba a las reuniones e iba a las búsquedas, pero ya estaba toda flaquita. Todavía asistía a trabajar y a las reuniones, pero a partir de que entró a su primera cirugía ya no mejoró”, recordó.
Tiene CDMX nuevo Plan de Búsqueda y Localización de Personas
Se anunció la creación de un Centro de Resguardo Temporal de Personas Fallecidas No Identificadas y No Reclamadas de la CDMXFue en 2023 cuando Herminia falleció con incertidumbre por desconocer el paradero de su hija. Su familia la recuerda como una madre amorosa, optimista y protectora. Hasta el último de sus días brindó fortaleza y palabras de aliento a sus hijos para continuar con la búsqueda de su Mariela, pero también para que disfrutaran su vida.
María Guadalupe Suárez Vázquez también falleció, a los 58 años, sin saber que el cuerpo de su hija finalmente había sido localizado.
Era muy optimista y chistosa porque a pesar de todo, la vida sigue
“Mi mamá murió antes de que mi hermana identificara el cuerpo de Margarita. Cuando mi hermana llegó de Morelos y nos dijo que sí era Margarita, mi mamá acababa de fallecer”, contó Beatriz Cuevas.
Margarita desapareció el 4 de junio de 2022 en la colonia Ampliación Tepepan en la alcaldía Xochimilco. Después de casi dos años y medio, su cuerpo fue localizado en las instalaciones forenses de la Fiscalía de Morelos.
María Guadalupe no paró de buscar a su hija, se unió al colectivo Una luz en el Camino con el que realizó varias búsquedas y participó en diversas actividades para encontrar alguna pista del paradero de la joven.
Al mismo tiempo, tuvo que sostener a sus nueve hijos y perdió su empleo tras la desaparición de su hija. Durante la búsqueda comenzó a sentirse mal y en 2023 le diagnosticaron cáncer en el estómago.
“Durante la búsqueda de Margarita comenzó a sentirse mal, empezó a sentir mucho cansancio, pero nos dimos cuenta que ya no era normal”, contó.
“Cuando le dijeron que al parecer tenía cáncer, para no demostrarnos su dolor y que estuviéramos más triste por lo de mi hermana, todo el tiempo se hizo la fuerte”, agregó.
Después de la primera operación que se realizó en septiembre de 2024, su salud empeoró, por lo que dejó de asistir a las búsquedas de su hija.
María Guadalupe no tuvo la oportunidad de saber que el cuerpo de su hija todo el tiempo estuvo en la morgue, pues fue localizado por las autoridades en el municipio de Huitzilac 13 días después de su desaparición.
➡️ Únete al canal de El Sol de México en WhatsApp para no perderte la información más importante
En ese tiempo, enfrentó diversas irregularidades por parte de las instituciones de gobierno que no le avisaron que el cuerpo de Margarita se encontraba en la morgue.
“Era alegre y amorosa, le gustaba mucho que nos reuniéramos y que estuviéramos todos cuando salíamos a vacacionar porque somos nueve y se ponía muy contenta de que estuviéramos todos”, recordó tras recibir los restos de su hermana y despedirla.