Contra la violencia digital: defensoras, activistas y sobrevivientes se unen para combatir la ciberviolencia
La primera cumbre latinoamericana se celebró en la Ciudad de México
Gloria López / El Sol de México
Defensoras digitales, activistas, sobrevivientes y funcionarias públicas de diversos estados de la República y países de Latinoamérica se reunieron durante tres días para escuchar, debatir y proponer iniciativas para combatir la violencia digital.
Del 24 al 27 de febrero se llevó a cabo la “Primera Cumbre Latinoamericana de Defensoras Digitales”, donde se realizaron conferencias, capacitaciones y foros para desarrollar herramientas para fortalecer y afrontar la violencia digital contra las mujeres.
Olimpia Coral Melo, activista e impulsora de Ley Olimpia, encabezó las mesas de trabajo donde expuso los retos, dificultades y nuevas rutas para avanzar y mejorar en materia legislativa y jurídica el uso de la Inteligencia Artificial.
Durante los cuatro días, la activista expuso que uno de los principales retos es generar un protocolo para garantizar que en el proceso de investigación de casos de violencia digital se garantice la procuración de justicia y reparación del daño a las víctimas.
Destacó que también es fundamental generar las alianzas necesarias con las autoridades gubernamentales para que obliguen a las plataformas digitales y de redes sociales como Facebook, Instagram y X, a proporcionar la información de los agresores que difunden contenido íntimo de las mujeres.
“Somos de la idea de que debe haber una legislación internacional que proteja a todas las mujeres en los límites territoriales para que se deje de subir y compartir contenido íntimo sexual”, expresó.
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Subrayó que 60 por ciento de carpetas de investigación por violencia digital en la Ciudad de México que no tienen una vinculación a proceso, es porque no se identifica a los agresores.
“¿Y quien tiene que dar la información de esos perfiles falsos?, las empresas digitales que no están obligada en nuestros países a dar información de manera certera para las investigaciones”, resaltó.
Coral Melo explicó que las plataformas digitales también fomentan una crisis de sustentabilidad e impacto al medio ambiente ya que consumen inmensas cantidades de energía y pueden llegar a gastar millones de litros de agua para enfriar sus datos.
“Existen en todo el mundo ocho mil centros de datos que se van a duplicar para el 2026, lo que generaría un consumo energético y un impacto al cambio climático cañón. Google utiliza una plataforma para refrigerar los datos de información, utiliza 168 litros de agua por segundo para enfriar los datos. Y a dónde van esos datos de información, quién los guarda, quién los almacena, quién los genera?, las empresas privadas”, señaló.
La activista dijo que aunque se tengan todas las leyes Olimpias posibles en los países, si no existen juridicciones internacionales que regulen y obliguen a las empresas a no difundir contenido íntimo sexual, no se va proteger a las mujeres.
Además, la activista recordó que solo 10 por ciento de programadoras en el mundo son mujeres.
“El algoritmo patriarcal es la construcción de un algoritmo desde una perspectiva donde las mujeres no estamos incluidas. Solo el 10 por ciento de programadoras en el mundo son mujeres”, expresó .
En la cumbre participaron activistas de países como Colombia, Ecuador, Guatemala, Bolivia, Honduras, Panamá y El Salvador.
La ley Olimpia, que entró en vigor en 2020 reconoce y sanciona los delitos que violan la intimidad sexual a través de medios digitales o redes sociales. Este tipo de delito se puede sancionar con multas económicas o penas de cárcel.
Andrea Cházaro, de la Organización Nacional (ONU) Mujeres, destacó que desde hace dos años se trazó una ruta hacia el pacto digital global con la finalidad de reconocer la violencia digital con una perspectiva feminista.
“Haciendo énfasis en qué se tiene que cumplir, con qué políticas, reglamentos, códigos y contenidos con estas redes globales de derechos humanos, particularmente en temas de violencia digital”, informó.
Explicó que a nivel global el debate público ya está abierto, por lo que ahora la tarea fundamental es que a nivel regional se tiene que comenzar a establecer responsabilidades con las empresas y las diversas autoridades responsables de garantizar a las mujeres una vida libre de violencia.
Recordó que a través de las tecnologías surgieron estas nuevas formas de violentar a las mujeres, por lo que es importante seguir avanzando y defendiendo los derechos ganados con la ley Olimpia.
“No debemos olvidar que el mayor de los retrocesos es perder los derechos que hemos conquistado. Los derechos son universales, interdependientes, indivisibles y autónomos y la violencia digital es una violación a todos ellos”, resaltó.
Actualmente, Argentina es otro de los países donde se ha logrado la aprobación de la ley Olimpia, mientras que en Ecuador, Panamá y Colombia se han ingresado proyectos donde se han logrado avances importantes.
En la Cumbre también participaron embajadores de países como España, Canadá y Francia, quienes se comprometieron a cerrar filas con las organizaciones civiles y externaron su apoyo para avanzar y generar una ruta que sirva para combatir la ciberviolencia.
Marcela Hermández Oropa, defensora de espacios digitales libres de violencia, subrayó que los casos de violencia digital repuntaron durante la pandemia por el Covid-19, cuando se comenzó hacer mayor uso de las plataformas digitales.
“Hubo un cambio que dio paso a esta lucha, pero muchas mujeres no lo han podido hacer posible porque sus contextos no lo permiten, sus países y estados todavía no reconocen esta violencia porque no válido el puro testimonio, porque tienen que probar, el derecho probatorio juega un papel importante”, manifestó.
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Elisa Franco, Investigadora, IIJ-UNAM insistió, en que además de hacer reformas al código penal, es fundamental que las investigaciones se apliquen con perspectiva de género y se cuente con una fiscalía especializada que investigue las particulares de cada caso debido a toda la complejidad de la violencia digital.
Las activistas y defensoras digitales lamentaron que las plataformas de Google y Meta, que estaban invitados para participar en el foro, cancelaron su asistencia, la cual consideraron como una muestra de desinterés al no querer escuchar sus propuestas y debatir sobre los retos para contribuir a combatir la violencia digital.
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