Jesús de Nazareth Gil Pérez se convierte en Soldado por un Día
Pese a su discapacidad, mantiene el sueño de pertenecer algún día a las Fuerzas Armadas
Cuitláhuac Guerrero
El adolescente de 15 años, Jesús de Nazareth Gil Pérez se convirtió el Soldado por un Día en la 21a. Zona Militar, con sede en Morelia, tras su deseo de en un futuro llegar a formar parte de las Fuerzas Armadas y servir a su país.
Pese a su discapacidad que le permite solamente mover el 40 por ciento de su brazo y de padecer de pie equinovaro, el joven no pierde la esperanza de pertenecer a esta corporación, por lo que hoy en un acto en el 12vo. Batallón de Infantería pudo cumplir su sueño al menos por hoy.
Su discapacidad no lo detiene, él sigue soñando, quiere ser militar. Nunca me ha dicho –no voy a poder–. Al contrario, todos los días dice que –yo puedo– y hasta hoy en día esto nunca lo ha limitadoMadre de familia, Selene Pérez Chávez
⏩ Te puede interesar: Programas Sociales ¿Cuáles iniciarán en este 2025?
Jesús de Nazareth lleva en la sangre la milicia pues proviene de una familia que se dedica a la seguridad: su padre es policía, su madre pertenece a un área de prevención y su hermana cursa una carrera en el Colegio Militar.
Sin embargo, las limitaciones que existen de movilidad en la ciudad y en diversos ámbitos han sido un obstáculo que ha tenido que enfrentar, aún con esto, ha asumido con valentía cualquier cosa que se presente.
Tiene la idea de que es lo máximo, entonces a su hermana se la pasaba preguntándole y el uniforme lo cuidaba como no he visto que cuide ningún otro tipo de ropaMadre de familia, Selene Pérez Chávez
¿Están ciegos los Dioses? busca la resiliencia de las personas con discapacidad visual
La puesta en escena tendrá seis presentaciones a lo largo de febrero en el Centro Cultural Clavijero⏩ Te puede interesar: Pasaporte mexicano: Requisitos y costos para tramitar el documento en 2025
A lo largo de este día, el oriundo de la capital michoacana convivirá con los soldados del Cuartel Militar simulando ser parte de ellos. El día comenzó con una ceremonia de recibimiento, la entrega de una placa conmemorativa y un desayuno entre los mandos.
Portando del característico uniforme verde, se le fue explicando el uso de las armas, la práctica de primeros auxilios y los diversos ejercicios físicos que llevan a cabo los militares para mantenerse en forma y preparados ante cualquier eventualidad.
Cerca del medio día, se rralizó la ceremonia de clausura de actividades donde Gil Pérez se despidió de la corporación. Volviendo a casa con una anécdota más de vida qué contar.