¿Duendes o chaneques? Matrimonio narra aparición de niños en Los Colorines
Don José y doña Rosa cuentan sobre el avistamiento de esos pequeños seres que ellos consideran niños
Gabriel Lagos
Nogales, Ver. – La zona de Los Colorines, ubicada en el municipio de Nogales, guarda un sinfín de historias y mitos, desde olores nauseabundos que se perciben de momento, hasta siluetas, seres extraños y “niños” que son vistos en plena madrugada jugando pelota, en una calle en donde no hay nada, ni casas.
En un recorrido por el área en donde dicen haber visto a los misteriosos seres, se comprobó que realmente es una calle solitaria e iluminada ligeramente por los rayos de luz eléctrica.
Matrimonio narra avistamiento de pequeños en Los Colorines
Don José y doña Rosa nos cuentan a su manera sobre el avistamiento de esos pequeños seres que ellos consideran niños, pero advierten que podrían ser duendes o chaneques.
Entrevistados en una de las cocinas económicas ubicada cerca de la gasolinera, la pareja dice que trabajan de lunes a viernes y a veces se quedan a dormir.
“Llega una hora en el día en el que el camino queda solo, ya no entran ni salen camiones al basurero y los trabajadores también se van, no hay nadie”, recalca doña Rosa.
Según el matrimonio, fue una noche de octubre en la que el tiempo no les permitió salir de la cocina y se tuvieron que quedar, cuando vieron a esos pequeños seres.
“Eran como la 12 o la 1 de la mañana, los dos descansábamos cuando unas risas infantiles y gritos de alegría nos despertaron; pensamos que ya había amanecido o que estaba por aclarar el día, pero no era así”, refiere don José, quien adormilado dice que se asomó por una rendija del cuarto en donde estaba y vio a unos niños.
“No me espanté, pero entonces le hablé a mi esposa y le dije lo que estaba ocurriendo y se levantó para cerciorarse y nomás los vio correr hacia la maleza, se metieron en un matorral de gran tamaño y los dejamos de escuchar”, afirma el entrevistado.
Según don José, al día siguiente se trasladaron al lugar en donde habían visto desaparecer a los niños y se dieron cuenta que no había casas ni un refugio para pasar la noche, solo era hierba y piedras.
Desde entonces, el matrimonio dice que han escuchado ruidos cerca de su choza, pero no hacen caso y tratan de no quedarse a dormir para evitar sustos de los niños, que piensan, pueden ser duendes o chaneques.
Un dato por destacar es que el camino al basurero de Los Colorines también comunica a las instalaciones de la Delegación XVI de Seguridad Pública, así como al Centro de Investigación Genética de la Dirección General de Servicios Periciales, y al menos un par de policías dicen haber visto a esos pequeños seres, jugando una pelota en plena madrugada.
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