Inseguros, sin alumbrado y estrechos, la realidad de los puentes de la autopista Puebla-México
Los peatones están obligados a recorrerlos, pues no tienen otra opción
Norma Marcial
De día son peligrosos y de noche más. Este calificativo describe con precisión los puentes que obligadamente los peatones deben transitar para cruzar por debajo la autopista Puebla-México a la altura de Coronango.
En este territorio hay cinco pasos de este tipo que conectan a las personas con la zona industrial, el centro comercial Outlet y varios puntos de las juntas auxiliares San Francisco Ocotlán y San Antonio Mihuacán. Todos ellos tienen características que comparten: son inseguros, están carentes de alumbrado público, no tienen banquetas y son famosos por los asaltos que contabilizan.
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Los peatones están obligados a recorrerlos. No tienen otra opción. Unos lo hacen a paso veloz y otros prefieren correr. Todos tienen miedo de ser víctimas de la inseguridad. Los policías de Coronango están ausentes, al igual que los estatales y elementos de la Guardia Nacional o Marina.
Para cualquier usuario, caminar estos pasaderos que su infraestructura también permite tener un solo carril de circulación vial, es sinónimo de riesgo. Los aproximadamente 30 metros de largo que los conforman se hacen eternos porque se debe transitar por diminutas baquetas, sobre la basura o por áreas completamente a oscuras.
De los cinco puentes anotados, dos desembocan al polígono industrial, uno desemboca al Outlet, otro conecta a Ocotlán y uno más a Mihuacán. Los usuarios deben usar las veredas que los rodean, que están completamente abandonadas y sin vigilancia, las cuales les permiten bajar o subir, según sea el caso, del área de la autopista Puebla-México a éstos.
Al recorrer estos sitios se observó que el más peligroso es el de la zona del Outlet. Tiene tramos donde la luz del día no llega y menos de las inexistentes luminarias. Es el que acumula más reporte de asaltos a transeúntes a decir de los usuarios. De ahí sigue el de Miahuacán porque para atravesarlo se debe llegar a un área de cultivos totalmente desolada, ya que las dos luminarias que tiene esta estructura son insuficientes para iluminar el entorno y con frecuencia llegan a apagarse.
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El gobierno de México implementa acciones de contención en el módulo de San Martín TexmelucanEl correspondiente a Ocotlán tiene un poco más de luz, pero carece de banquetas. Las personas deben caminar junto a los carros para cruzar el carril vial. Hay conductores amables con esta comunidad, pero otros no. En este sitio, los casos de atropellamiento han sido varios.
Los dos que enlazan la zona industrial de Coronango, la cual contempla parte del territorio de la empresa armadora Volkswagen de México, están sin luminarias, pero son menos transitados. Uno de ellos, el que conecta a una gasera, es considerado como el más riesgoso e incluso, en una campaña de voz en voz, se sugiere no circular de las 05:00 horas a las 07:00 horas por la presencia de los “amantes de lo ajeno”.
Durante el tiempo que duró el recorrido de este medio de comunicación en estos trazos no se vio ninguna patrulla de algún orden de gobierno. Lo que se vio fue a transeúntes, en su mayoría mujeres, atravesarlos con la mayor rapidez posible, manipular el celular y evitando cualquier distracción.
Usuarios entrevistados sobre las condiciones de estos pasos coinciden en que son completamente inseguros. Comparten anécdotas de los numerosos asaltos que han visto, “jaloneos” a chicas y el miedo que sienten cada vez que los transitan
De las autoridades de los tres niveles de gobierno, dicen estar completamente decepcionados por su indiferencia y falta de atención para conocer sus necesidades y solucionarlas, aun cuando está problemática lleva presente ya varios años.
Sí son inseguros
“Sí, la verdad si es inseguro”, contestó Julieta, una transeúnte que circulaba por el puente que cruza la autopista Puebla-México, a la altura del centro comercial Outlet. Indicó que por la noche es cuando se duplica el peligro en estos puentes de Coronango, porque de mañana y noche asaltan.
“El otro día una muchachita venía de acá y la agarraron ahí y pues ya no pudimos hacer nada porque ya le habían quitado todas sus cosas, gracias a Dios no la lastimaron ni nada, pero ahorita la delincuencia es que te quito tus cosas y hasta te mato o abusan de ellas. A partir de las 9 o 10 de la noche ya es más peligroso, porque ya el flujo de personas es menor y mejor ya lo pasamos corriendo porque sí nos da miedo”, expresó.
Pidió seguridad o al menos la presencia de dos patrullas para que blinden el inicio y final del puente.
“Los rateros se cruzan y se esconden en los puentes (…) los cabrones y pues eso nos da más miedo, porque ya no sabemos si pasar o ya no, pero la necesidad te hace pasar para tomar el transporte”, concluyó Julieta, quien dijo laborar en una empresa del Parque Industrial Ocotlán.
En la zona del mismo corredor subterráneo, Alejandra Méndez, respecto a la experiencia que vive cada vez que lo usa, relató “yo a estas horas (tarde) lo paso sólo cuando vengo acompañada, pero no nos queda de otra para llegar al Outlet, es la única manera, no hay otra forma, tampoco camino, a veces he visto una patrulla, pero no está siempre y ahorita no es tan tarde y ya está súper oscuro y pues que pongan luz o que ronde una patrulla a todas horas porque como que ya pararon los asaltos, pero los que asaltan calculan los horarios de entrada y salida y les roban”.
La declarante manifestó que a todas horas da miedo pasar el túnel, el cual requiere al menos una luminaria.
“Está cabrón pasar por aquí, yo paso rapidísimo, pero hay veces que mejor me voy hasta la puerta 3 de la Volkswagen y tomo un micro que me regrese y me deje frente a Outlet para no cruzar por debajo”, remató.
La colocación de un puente peatonal, fue la propuesta que hizo Christopher a las autoridades. Expuso que dicha estructura ayudaría a transitar de forma elevada y no subterránea esta vialidad federal.
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En los límites con Balcones del Sur, transitar después de las ocho de la noche en las calles se vuelve un riesgo latente“Ya casi no frecuento esta zona por lo mismo (la inseguridad), cuando hay más gente pues no le veo mucho problema, a diferencia de la mañana y noche donde da un poco de miedo cruzarlo y pues se quiere más vigilancia e iluminación, porque es complejo pasarlo”, añadió.
Varios atropellamientos
En otro de los túneles de Coronango, el cual desemboca a la entrada de San Francisco Ocotlán, la inseguridad también está presente, así como el riesgo de que al circular uno pueda resultar atropellado por la falta de baquetas.
“Se debe tener un poco de precaución para caminar por aquí, porque por donde pasamos ni siquiera es banqueta, pusieron ese desnivel por las inundaciones que ahí se dan. Hacen falta muchas cosas, pero la gente se acostumbra, es un hábito que se hace normal y pues sí han pasado accidentes, pero el presidente no hace nada, sigue igual”, opinó Luis.
En tanto, María, quien transitaba junto con su amiga, manifestó que en su caso quiere más seguridad por el peligro que representa el puente, que en tiempos de lluvia también se inunda.
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“Que haga algo el presidente que ahorita está, que apoye esto, queremos una baqueta, porque han atropellado a muchas personas y queremos apoyo del presidente y que vean que en esta carretera nos asaltan, hay muchas cosas, nosotras pasamos en la noche y que hagan algo, porque es inseguro caminar por aquí”, finalizó.
En el olvido
En el último punto recorrido, el puente de Mihuacán, Delfino Ramírez, platicó que la seguridad (patrulla) no vigila permanentemente. “Según nos dicen las autoridades que hay vigilancia, pero yo veo más riesgos y peligros, porque en ocasiones se ven desmanes, como robos (…) realmente pedimos a las autoridades que nos volteen a ver y darle continuidad al alumbrado público, porque aquí muchos bajamos y no tenemos iluminación para irnos seguros a nuestros hogares. Si nos da temor, más cuando es de noche”.