Madre buscadora poblana viajará a Teuchitlán; su hijo Carlos estuvo cerca de ese lugar
La angustia y la incertidumbre de una madre que no se detiene en su búsqueda, a pesar de los obstáculos económicos y la resistencia de las autoridades
Alba Espejel
Martha Domínguez, madre buscadora, está recaudando fondos para viajar a Teuchitlán, Jalisco, donde recientemente se descubrió un campo de exterminio vinculado al Cártel Jalisco Nueva Generación. Su hijo, Carlos René Domínguez, desapareció en 2019 mientras viajaba a Nayarit en un autobús de la línea “Autobuses Coordinados de Nayarit ACN”, cuyo punto de partida está a solo dos horas del rancho donde se hizo el hallazgo.
La última persona en ver a su hijo fue el conductor del autobús, quien declaró que dejó a Carlos en Guadalajara, a tan solo 50 minutos de Teuchitlán. Aunque espera que los restos de su hijo no estén en ese lugar, Martha siente la necesidad de viajar para confirmar o descartar esa posibilidad.
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“Cuando vi la noticia me vinieron mil pensamientos a la cabeza. Tal vez mi hijo pueda estar ahí, espero que no, pero siento que debo ir y saberlo con mis propios ojos”, comentó Martha durante una entrevista con El Sol de Puebla.
A pesar de las dificultades económicas, la poblana está decidida a ir al lugar donde podrían encontrarse restos de su hijo. Se ha mantenido en contacto con colectivos de búsqueda en Guadalajara, quienes le han informado que, por ahora, las autoridades no permiten el acceso de familiares a la zona, aunque los colectivos realizan guardias afuera del rancho.
“Me escucharon muy angustiada y trataron de calmarme. Voy a ir, me dejen entrar o no. Estoy uniéndome con otros colectivos cercanos a Puebla para no ir sola, ya sea a finales de este mes o principios de abril”
Si los demás no pueden ir, yo iré sola, porque no puedo vivir con la dudaexpresó
Recientemente, viajó a la Fiscalía General de la República (FGR) en Ciudad de México. Aunque el viaje no fue lejano, el costo económico fue elevado. No obstante, sigue buscando cómo reunir los fondos necesarios para el pasaje y continuar con su búsqueda. En Jalisco, tiene un lugar donde quedarse, gracias a la solidaridad de una compañera buscadora que le ofrecerá alojamiento.
A pesar del miedo de sus otros hijos por su seguridad, afirma que ya no tiene temor: “Lo tengo que hacer. No puedo vivir con la duda de si mi hijo está ahí o no”, dijo. Aunque no sabe cómo iba vestido su hijo el día de la desaparición, confía en que podrá identificar sus pertenencias o verificar si su nombre aparece en alguna de las libretas encontradas en el lugar.
Lo único que rescató luego de que su hijo desapareció fue un rastrillo, una pasta y un cepillo de dientes, así como una playera. Y esos objetos los atesora como su propia vida, pues son recuerdos de que su hijo estuvo en este mundo terrenal.
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Cabe destacar que el rancho en cuestión fue investigado por las autoridades en septiembre de 2024, pero en esa ocasión no se detectaron actividades de exterminio.
La reciente reactivación de las pesquisas ha llevado al hallazgo de más de mil indicios, incluyendo ropa, calzado y otros objetos personales, lo que ha generado críticas hacia la Fiscalía de Jalisco por posibles omisiones en la investigación inicial.
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