Día triste en Valle de Santiago: despiden a Valerio, comerciante que murió atropellado por un tráiler
Le dieron el último adiós durante el recorrido que hizo su féretro por diferentes calles de Valle de Santiago
Guadalupe Toledo
Valle de Santiago, Gto.- Amigos, familiares y vecinos del comerciante Andrés Dimas, conocido por todas las personas como Valerio, le dieron el último adiós durante el recorrido que hizo su féretro por diferentes calles de Valle de Santiago, antes de ser despedido en el panteón en medio de cantos, llanto y mucha tristeza.
Valerio era un comerciante de tostadas muy conocido en Valle de Santiago y la noche del sábado falleció atropellado en la avenida Miguel Márquez Márquez, por lo que su muerte ha causado conmoción, por lo que muchas personas exigen justicia y dar con el responsable de este homicidio culposo.
El recorrido para despedir a Valerio inició en la calle 20 de Marzo, de la colonia La Loma, donde el conocido comerciante vivía con su familia; más tarde pasaron por diferentes vialidades, hasta llegar a la Tres Carrillos, donde él vivía cuando era soltero.
Posteriormente, pasaron por la calle Democracia, luego la Juárez hasta llegar a la Parroquia del Hospital, en donde se reunieron familiares y amigos para rezarle y escuchar la santa misa y donde el sacerdote habló acerca de la importancia de la muerte, de la cual, dijo, es un paso que se debe dar en esta vida.
“Valerio ahora estará con Dios, donde no hay tristezas, ni sufrimientos, solamente alegrías, por lo cual las personas deben estar contentas, porque él estará con el Señor Jesucristo y desde allá estará al pendiente de todos sus seres queridos; no tendrá dolores ni sufrimientos, solamente alegrías”, refirió.
Posteriormente recordó que Jesús recuerda en el Evangelio que “en la casa de mi Padre hay mucha alegría, siempre es importante recordar a nuestros seres queridos y tratarlos bien en vida. Ahora que Valerio falleció, debemos siempre pedir por él y rezarle, por lo cual todos deben ser fuertes y salir adelante con la ayuda de Dios”.
Familiares exigen justicia
Al terminar la ceremonia religiosa, el cortejo fúnebre recorrió la calle Juárez, donde hicieron una parada afuera de la Presidencia Municipal y pidieron que se haga justicia y que se detenga al responsable que atropelló a Valerio el pasado sábado ocho de marzo por la noche.
A causa del atropellamiento, Valerio sufrió diversas fracturas, por lo que perdió la vida de manera inmediata.
Era fiel aficionado del Cruz Azul
El contingente que acompañó a Valerio siguió el trayecto hasta la Alameda, en donde le dieron la última despedida en la calle Chapultepec esquina con Juárez, lugar en donde todos los días vendía en su carrito tostadas de frijoles con jamón y tostadas de cueritos muy surtidas y sabrosas, al igual que nieve.
En una entrevista con El Sol de Salamanca, contó que daba sus productos baratos para ayudar a los padres de familia y a los niños, ya que muchos tienen gastos en el hogar, al igual que gastaban en uniformes, artículos escolares y otras cosas al llevar a sus hijos cercanos a la escuela Niños Héroes, Benjamín Lara y Santana o al Conalep, que se ubican muy cerca deFoto: Lupita Toledo / El Sol de Salamanca la Alameda.
Además, al féretro de Valerio Dimas colocaron una bandera del Cruz Azul, equipo del que era aficionado desde niño, además, cuando este equipo de fútbol ganó la gran final, apostó que regalaría nieve a todas las personas, lo cual lo cumplió.
Adelante de la carroza, sus familiares llevaron su carrito donde vendía y le colocaron su foto con su playera del equipo de Cruz Azul. Además, colocaron una bocina donde escucharon melodías de diferentes grupos musicales que recordaron a Valerio como lo que era, un hombre agradable, amable, atento y que marcó la infancia de muchas personas, quienes le pusieron el apodo de Valerio.
Finalmente, el cortejo fúnebre llegó hasta el panteón Santiago donde con llantos, música, dolor y rezos le dieron el último adiós a Andrés Dimas y quien siempre estará presente en los corazones de los niños, jóvenes y de todas las personas que lo conocieron en la Alameda de Valle de Santiago donde por muchos años vendió nieve y tostadas.
El nombre de Valerio le vino porque así bautizó a su carrito donde vendía sus productos, por lo cual se convirtió en un ícono de Valle de Santiago y que será recordado por muchas personas.
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