Desaparición de mujeres en SLP, un fenómeno para analizarse con enfoque de género
La desaparición de mujeres no es solo un número en los registros oficiales; es un problema que exige un análisis más profundo y una respuesta más efectiva por parte del Estado y la sociedad
Alejandra Ruiz
La desaparición de mujeres en San Luis Potosí es una problemática creciente y compleja que aún no se comprende en toda su magnitud, advirtió la Dra. en Ciencias Penales Xóchitl Guadalupe Rangel Romero, integrante del Consejo de la Comisión Estatal de Derechos Humanos. A días de la conmemoración del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, la especialista subrayó la necesidad de profundizar en el análisis de este fenómeno y en la respuesta institucional.
“Hoy sabemos que hay una realidad y es que en el Estado mexicano existen las desapariciones, y eso es una situación real. San Luis Potosí no escapa a esto. Prueba de ello es que hemos notado o se ha visualizado la situación de desaparición tanto de varones como de mujeres. Especialmente la situación de mujeres ha ido ligeramente en aumento”, señaló.
Aunque los datos oficiales indican que la mayoría de las personas desaparecidas son hombres, Rangel Romero destacó que las mujeres enfrentan patrones distintos de desaparición. En algunos casos, están relacionados con la delincuencia organizada, pero en otros, con dinámicas de poder y violencia de género.
“Lo que hemos estado visualizando y lo que ha comentado un poco el Consejo Nacional de Búsqueda de Personas es que tiene que ver también con el aumento de las desapariciones por particulares. Es decir, la desaparición por particulares tiene características distintas a la desaparición forzada. Y esto significa que un particular, a lo mejor haciendo un ejercicio abusivo del poder, desaparezca a la mujer por una naturaleza de índole posiblemente de familia o feminicidio”, explicó.
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Además, la falta de información clara sobre el destino de las mujeres desaparecidas impide dimensionar la gravedad del problema. “El Registro Nacional de Personas Desaparecidas únicamente nos dice desaparición y/o localización, pero es un poco no claro en cuanto a esa información”, indicó, señalando que estos datos podrían estar documentados en instancias como la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas o la Fiscalía del Estado.
Otro desafío es la revictimización que enfrentan las familias al denunciar una desaparición. “En mayor medida, cualquier familia que reporta hacia las instituciones formales del Estado va a sufrir una criminalización”, afirmó Rangel Romero, advirtiendo que esta situación genera desconfianza y obstaculiza los procesos de búsqueda.
Finalmente, subrayó la urgencia de que las instituciones comprendan que la desaparición y no localización de personas requieren acciones inmediatas. “Esto implicaría que no debemos esperar las 24 o 72 horas que en algún momento se pensaba. Son acciones urgentes e inmediatas”, puntualizó.
Y agregó, que la desaparición de mujeres no es solo un número en los registros oficiales; es un problema que exige un análisis más profundo y una respuesta más efectiva por parte del Estado y la sociedad.