Mercados municipales, protagonistas del desarrollo económico de SLP
Sus locatarios los mantienen vivos de generación en generación
Miguel Ángel Mora
Administradoras y administradores sin experiencia van y vienen, y los locatarios atribuyen a ellos gran parte del estancamiento de los mercados municipales de la capital potosina, y por lo general se ven obligados a recurrir directamente a otras instancias, es decir, con quienes están más arriba para exigir mejoras y respuestas.
Son, entonces, los mercaderes los que han logrado que estos centros de abasto se mantengan en pie después de tantos años, pasando de generación en generación, cada una de ellas un pilar y responsable de su desarrollo comercial. Un esfuerzo colectivo.
Pese a tantas necesidades que a lo largo de los años han resentido a veces atendidas y a veces no, y su constante lucha contra los centros comerciales -incluyendo su competencia con el comercio callejero que, vale recordar, la mayoría de los locatarios fueron alguna vez informales-, cada uno de esos centros de abasto mantiene gran historia en la vida cotidiana de la ciudad.
Hoy, todos rebasaron hace mucho tiempo la mayoría de edad y, en algunos casos, ya son adultos mayores. Empero, siguen la principal sede de la gastronomía local, pero también de artesanías como juguetes de madera y otras piezas como prendas de vestir bordadas y artículos de piel, sin dejar a un lado los productos del mar -provenientes en su mayoría de Tampico- y del campo siempre frescos.
Mercado Miguel Hidalgo
Con 80 años a cuestas que cumple este 2025, el mercado Miguel Hidalgo, en el Centro Histórico, se yergue como el más tradicional.
Se construyó en el terreno que albergó el mercado municipal Porfirio Díaz, que se edificó en 1892, por lo que algunos historiadores locales le atribuyen una edad de más de 120 años.
Sin embargo, para los locatarios es el 5 de Mayo de 1945 cuando inició formalmente sus actividades como lo es hoy.
Al comerciante don Jesús Montante le tocó repartir los primeros espacios del mercado “Miguel Hidalgo”; no se aprovechó de ello y tomó el último local que quedó disponible. Cuatro generaciones después, su cremería “La Holandesa” es uno de los negocios que, a la fecha, pueden seguir festejando un año más de vida, y a veces de sobrevivencia.
Además, es de los mercados más festivos: O es por el Día de la Candelaria, o por el festejo a la Virgen de San Juan, o por su peregrinación en honor al Señor de El Saucito, o por su devoción a San Judas Tadeo o hasta por las fiestas patrias donde hay, además de ofertas, eventos como bailes folclóricos.
Mercado La República
Derivado de la incapacidad del mercado Miguel Hidalgo para alojar más comerciantes, muchos mercaderes terminaron por instalarse en sus alrededores -en la hoy explanada “Ponciano Arriaga”, principalmente- y generaron un mercado improvisado con especie de barracas cuyo número de calculaba entre los 500 y 600, quizá más.
Esos puestos fueron arrasadas por un incendio, primero en 1960, y años después, el 14 de junio de 1974, por otro siniestro derivado de un flamazo de gas al momento que un camión repartidor conectó su manguera al tanque de una tortillería, y cuyo estallido también provocó daños estructurales a varios comercios de la zona, entre ellos el famoso café Selecto -entonces en la esquina de Guajardo y Miguel Hidalgo- que debido a ello más tarde cambio su sede.
La tragedia esta vez obligó a que el Congreso del Estado declarara "utilidad pública" la construcción de un nuevo mercado; con ello, se mató dos pájaros de un solo tiro, se acabó con la invasión de mercaderes y, de paso, se derrumbaron lúgubres vecindades, para aprovechar el terreno para el mercado.
El mercado más moderno, con más de mil 300 locales, estacionamiento subterráneo y el primero con zona de carga y descarga, se inauguró el 15 de septiembre de 1975, aunque locatarios aseguran que fue hasta febrero de 1976 cuando iniciaron formalmente operaciones. Ambas fechas, no obstante, son celebradas con grandes fiestas.
Ahí se encuentra de todo, pero es un hecho que son sus yerberías, como la surtida yerbería "Maya" donde hay de todo en plantas medicinales.
El mercado República -en realidad “La República ”-, es hoy el más importante centro de abasto del centro de la ciudad, peor también guarda historias, una de las más recientes, en julio 2024, el homicidio de un comerciante justo en su puesto.
Hay historias paranormales -en su tiempo corrió la leyenda urbana que en la vecindad 1910 o la de "los mil" sobre la cual fue construida, se halló un cementerio clandestino y las almas en pena recorren de noche sus pasillos- pero lo que más se recuerda es aquel incendio ocurrido el 29 de marzo de 1989 que arrasó con casi la mitad del inmueble.
Mercado De La Merced
La Merced esta por cumplir 78 años este 2025 y, aunque sus locatarios lograron que desde 2015 se le conociera como tal, lamentan que todavía algunos lo identifiquen como mercado Tangamanga.
En 1824, en los terrenos de la desaparecida iglesia y convento de La Merced se edificó su predecesor, el mercado Colón, que fue demolido para dar paso en 1948 al hoy oficialmente mercado La Merced.
Aunque hay cierta controversia en la fecha de su inauguración, los locatarios terminaron por hacerla coincidir con el 24 de septiembre, justo con la festividad de Virgen de la Merced o Virgen de las Mercedes, cuya imagen -que aseguran es la misma que estuvo en el desaparecido templo mercedario- actualmente se resguarda en la Basílica Menor de Guadalupe, donde ahora acuden a venerarla.
No obstante, en el inmueble se conservan y veneran diariamente varias imágenes resguardadas de la Señora de las Mercedes, quizá la más representativa es aquella que, tallada en madera y con una altura de entre 20 y 30 centímetros, en febrero de 2016 resintió algunos daños tras un flamazo, explosión y conato de incendio que ocurrió de noche cuando en el inmueble ya no había clientes; solamente dos locatarios resultaron con quemaduras leves, saldo mínimo que se atribuyó a la patrona.
Mención aparte merecen los retablos a los costados de la entrada principal, “San Lorenzo” y “La Merced”, elaborados por la artista Juana María Palomino Robles y que, si no antiguos, sí fueron objeto de una restauración reciente, por daños principalmente por humedad.
Aunque no fue el primero en la ciudad, el mercado La Merced tuvo gran auge en sus inicios y a su alrededor se instalaron varias terminales camioneriles, que llevaban y traían gente a Villa de Zaragoza o Villa de Reyes, por ejemplo, algunos con animales que eran destazados en la zona donde están los lavaderos, que servía como especie de pequeño rastro; de ahí, se repartía el producto a las carnicerías y pollerías que todavía subsisten.
Cuenta con 120 locales dedicados a la venta de productos representativos de ese tipo de centros de abasto: Frutas y legumbres, alimentos preparados, artesanías, florerías, pescaderías y, por supuesto, carnicerías.
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Mercado Camilo Arriaga
No es un mercado pequeño; desde el exterior parece serlo, pero no. Quienes lo hacen grande, son sus locatarios que lo defienden a diestra y siniestra: Les molesta que lo nombren el "mercado de las actas" -por su cercanía con las oficinas del Registro Civil-, cuando lucharon porque el nombre "Camilo Arriaga" luciera en luminosa marquesina.
Sin embargo, poco se sabe de la historia de sus inicios. Algunos registros muy vagos marcan su inauguración en 1952; es de los centros de abasto que no hacen mucha algarabía cuando festejan un año más, el 13 de julio.
Cuenta con un total de 50 espacios comerciales, y sus locatarios presumen que sus instalaciones fueron escogidas recientemente como escenario para una serie de la plataforma Netflix.
En su momento, fue muy popular por la cantidad de vecindades que había alrededor, como la de "Las Chinches Bravas, la del "Pinacate", la del "Paño Azul" o la del "Imán" donde hoy es el Registro Civil, entre otras.
De los productos que ahí se expenden, el "Camilo Arriaga" es famoso por la frescura de sus alimentos -en carnicería y pescadería-, por sus gorditas de guisos, y también por lo fresco y olor de sus florerías, la mayoría ya en manos de una segunda generación.
Mercado Revolución
Inaugurado el día 20 de noviembre de 1969, por el entonces gobernador Antonio Rocha Cordero, y el alcalde Guillermo Fonseca Álvarez, también se proyectó para albergar a comerciantes ambulantes y reducir la invasión en el centro de la ciudad.
No obstante, fue el primer mercado municipal que ofreció servicio directamente a colonias populares, como la Popular, la San Luis, la Ferrocarrilera, entre otras.
Cuenta con un área de aproximadamente dos mil 200 metros cuadrados de extensión en los que se asientan 156 locales -algunos desocupados-; y se ubica en la esquina que conforman las calles Manuel José Othón y Durango.
Aparentemente bien planeado, sirvió de ancla para el crecimiento de muchos otros negocios en sus calles aledañas; tiene zona de estacionamiento gratuito y sanitarios, así como área de carga y descarga: Su problema es que está rodeado de zonas habitacionales cuyos vecinos suelen lamentar la presencia de basura por la ausencia de contenedores.
Se borró deliberadamente el mural elaborado hace años por el artista urbano Miguel Ángel Elizondo, y hoy sus paredes son constantemente intervenidas para desaparecer el grafiti.
Sin embargo, las autoridades han buscado revitalizarlo, atendiendo diversas necesidades y mantenimiento.
Recién, se reactivó un área otrora abandonada, para convertirse en el “Centro de Atención Familiar CAF Revolución”.
Mercado Bicentenario
El Centro Logístico Municipal de Distribución y Abasto “Bicentenario”, más conocido como mercado Bicentenario, cumple en septiembre próximo 16 años de actividad con sus 670 puestos.
Ha sido beneficiado por las autoridades municipales con importante mantenimiento, incluyendo sistema de alumbrado y otros servicios.
Su importancia radica en que efectivamente es un centro logístico clave, ya que abastece de frutas y legumbres a la mayoría de las rutas de tianguis que se instalan diariamente en diversos puntos de la ciudad y a diversos comerciantes minoristas; sus locatarios solían instalarse antes en una sección de la lateral de la avenida Fray Diego de la Magdalena, frente al parque Tangamanga II.
Otros mercados de SLP
Hay otros mercados no municipales como es el "16 de Septiembre" -desde hace tiempo en manos de sus locatarios- o el agonizante mercado San Luis 400 que fue construido por el gobierno estatal para albergar también a ambulantes en su momento.
Hay otros reconocidos pero en manos de particulares, como el Ecomercado, el mercado Aviación, el mercado "Juárez", en la colonia Satélite y muchos otros que, igual, contribuyen al desarrollo de sus zonas pero no en la magnitud como aquellos tradicionales.