SEGAM renueva normativa para autorización para manejo de desechos; ¿qué contempla?
El plástico en sus diversas presentaciones es de los materiales más recolectados en la entidad, informó la SEGAM
Alejandra Ruiz
En el marco de la Ley Ambiental del Estado de San Luis Potosí, la Secretaría de Ecología y Gestión Ambiental (SEGAM) ha renovado una autorización clave para el manejo de residuos industriales no peligrosos. Este permiso permite actividades fundamentales como la recolección, transporte, almacenamiento y tratamiento, lo que asegura que los materiales sean gestionados conforme a las normas ambientales vigentes.
La autorización contempla el manejo de un amplio espectro de residuos, entre los que destacan materiales como papel, cartón, plástico en diversas formas (PET, PVC, PEAD), chatarra ferrosa y no ferrosa, vidrio, residuos electrónicos, aceites y grasas vegetales, y textiles. Además, incluye residuos de carácter más especializado, como residuos abrasivos, cenizas de combustión, arenas de fundición y fieltro. En el caso del tratamiento de aguas, el permiso cubre tanto agua residual como agua cruda, reforzando los esfuerzos por reducir el impacto ambiental de estas prácticas industriales.
Uno de los puntos clave establecidos por la SEGAM es la prohibición del uso de estos residuos en lugares no autorizados, como ladrilleras o rellenos sanitarios sin celdas especiales. Asimismo, se enfatiza que los residuos deben ser tratados bajo condiciones estrictamente controladas para prevenir riesgos ambientales. La Dirección de Auditoría y Supervisión de la SEGAM es la encargada de verificar el cumplimiento de estas disposiciones, asegurando que las actividades estén alineadas con las leyes estatales y federales.
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El uso de una flota autorizada de vehículos específicos es otro de los elementos contemplados en el permiso. Cada vehículo cuenta con características técnicas que garantizan un transporte seguro de los residuos, cumpliendo con los estándares establecidos por las autoridades. Esta flota se revisa y actualiza periódicamente mediante modificaciones aprobadas por la SEGAM, lo que permite mantener un control riguroso sobre los medios de transporte empleados.
La vigencia de este tipo de autorizaciones es de un año, con posibilidad de renovación previa evaluación del cumplimiento de los términos establecidos. Para garantizar la transparencia y legalidad del proceso, las empresas deben presentar informes detallados que respalden su actuación conforme a las condiciones iniciales del permiso.
Aunque estas autorizaciones son fundamentales para minimizar el impacto ambiental, también dejan entrever algunos retos. La necesidad de una supervisión constante y la responsabilidad compartida entre autoridades y actores privados resaltan como elementos esenciales para que estas regulaciones cumplan su propósito.
San Luis Potosí enfrenta la tarea crítica de consolidar un modelo de manejo de residuos que sea efectivo y sostenible. Las renovaciones como esta son un paso importante, pero su éxito depende de la colaboración activa de todos los involucrados.
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