¿Has probado el ximbó? Este platillo del centro del país es una delicia digna de los dioses
Las Guardianas de la Tierra del Maíz lo preparan en la Ciudad de México para visitantes de Los Pinos
Mónica Vargas
El ximbó es una de las tantas delicias provenientes del maguey. Su nombre proviene de la variante del otomí nximbo, una palabra que se traduce como penca del corazón del maguey, pues se trata de un platillo que ensalza este ingrediente tan difícil de conseguir que resulta en una experiencia rica y nutritiva.
Yara Muñoz Castillo, quien pertenece a las Guardianas de la Tierra del Maíz, un grupo de mujeres dedicadas a preservar la cocina tradicional de Tlaxcala, detalla que el ximbó se prepara desde la época prehispánica en el centro del país.
EL PLATILLO
De acuerdo con el Diccionario Gastronómico de Larousse, el ximbó es originaria de Hidalgo, pero con el paso del tiempo se extendió a otras entidades vecinas. En Tlaxcala, por ejemplo, la receta sobrevive en la comunidad de San Felipe Sultepec, municipio de Calpulalpan, donde se puede degustar en la cocina de humo Oly.
A diferencia del platillo de Hidalgo que se prepara con carne de pollo y cerdo, el ximbó tlaxcalteca se prepara con el corazón del maguey como ingrediente estrella y se adereza con otras verduras, hierbas aromáticas o con setas.
“Es un platillo muy delicioso, pero no es fácil de conseguir. Entonces, es un plato de dioses, selecto. Deberían de probarlo, no se lo pierdan”, dice Yara Muñoz al respecto de su receta.
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Cabe señalar que, para extraer el huevo o corazón del maguey, es necesario que la planta tenga una edad madura, es decir, entre diez y quince años de vida. El valioso ingrediente se pica finamente y luego se mezcla con los ingredientes que se deseen agregar.
Luego, se introduce la mezcla entre la penca del maguey y la piel que se desprende, conocida como el mixiote, en donde se cuece en el horno y sobre las brasas para luego servirse en exquisitos tacos con tortillas de maíz.
Los fines de semana, el ximbó y otros platillos típicos de Tlaxcala resguardados por las Guardianas de la Tierra del Maíz también llegan al Complejo Cultural Los Pinos, en la Ciudad de México, para el deleite de los visitantes de dentro y fuera del país.
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