[Video] Vive el encanto de Apizaco, el primer Barrio Mágico de Tlaxcala
Por su legado ferroviario, su tradición taurina y fervor religioso, es uno de los destinos imperdibles de México
Mónica Vargas
Si el sonido de un silbato marcara el inicio de tu aventura, sabrías que estás en Apizaco. En esta ciudad, donde el ferrocarril dejó huella en cada rincón, la historia, la devoción y la modernidad se entrelazan para ofrecer una escapada llena de encanto. A solo 130 kilómetros de la Ciudad de México, el primer Barrio Mágico de Tlaxcala invita a descubrir su esencia a través de monumentos, museos y su icónica basílica.
La ruta comienza con el símbolo inconfundible de “La Maquinita”, la histórica locomotora de vapor 212 ubicada en la entrada poniente de la ciudad. Cada mañana, su silbato inaugura el paisaje sonoro de Apizaco y, desde su podio en la avenida 16 de Septiembre, despierta una postal del indiscutible origen ferrocarrilero de la ciudad, que se remonta a los campamentos instalados durante el mandato de Sebastián Lerdo de Tejada.
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A la par, el Museo Histórico Casa de Piedra es una visita obligada. Este recinto originalmente fue sede de trabajadores del ferrocarril y abrió sus puertas como museo en 2001. En sus 12 salas se exhiben fotografías, pinturas y objetos de sus fundadores. Un atractivo especial es la posibilidad de subir a un antiguo caboose, lo que permite a los visitantes transportarse a la época dorada del tren.
El recorrido por Apizaco no está completo sin una visita a la Basílica de Nuestra Señora de la Misericordia. Su arquitectura, inspirada en el arte gótico del siglo XII, atrapa la mirada con sus dos torres de 50 metros de altura. Su construcción comenzó en 1930 y su presencia en el paisaje urbano se ha convertido en un símbolo de la ciudad. En ella, los fieles veneran la imagen de la Virgen de la Misericordia, una réplica del óleo de Giuseppe Soleri a la que se atribuye el milagro del movimiento ocular en Rimini, Italia.
A diferencia de las iglesias barrocas de siglos pasados, este templo destaca por su elegancia minimalista. Su arquitectura, basada en arcos y columnas, permite que la luz natural inunde el recinto en una atmósfera de serenidad que envuelve a los visitantes desde el amanecer hasta el ocaso. Además, el esfuerzo comunitario por levantar la basílica dejó huella en la memoria colectiva. En sus inicios, pastorelas, obras de teatro y recitales ayudaron a recaudar fondos, e incluso Mario Moreno “Cantinflas” aportó a su construcción.
Para los amantes de la tauromaquia, Apizaco es un referente obligado. Su cercanía con las ganaderías bravas de Tetla, Xaloztoc y Cuaxomulco le ha dado identidad dentro del circuito taurino nacional. La Monumental Plaza de Toros Rodolfo Rodríguez “El Pana”, en honor al célebre torero apizaquense, alberga espectáculos de gran tradición. Con capacidad para seis mil personas, es considerada una de las más cómodas del país.
El agua es parte esencial de la identidad de Apizaco, como lo indica su nombre de origen náhuatl, que significa “lugar de agua delgada”. Esta referencia se hace tangible en “El Ojito”, un balneario alimentado por un manantial donde se puede nadar por solo diez pesos, convirtiéndolo en la opción recreativa más accesible del estado. También cuenta con una represa donde es posible pescar y disfrutar de un día de campo en contacto con la naturaleza.
Si bien Apizaco no es una ciudad con muchas áreas verdes, su riqueza cultural y urbana se hace evidente en los murales que decoran sus calles y su oferta artística. Como Barrio Mágico, título otorgado en 2023, este destino invita a recorrer sus amplias calles y descubrir la multiculturalidad de sus restaurantes y cafeterías de especialidad.
Lo ideal es quedarse al menos un par de días para disfrutar sin prisa de todo lo que Apizaco tiene para ofrecer. Con un clima fresco y una vocación comercial que le da vida a sus calles, esta ciudad naciente se abre al turismo con el encanto de lo inesperado, entre la nostalgia y el fervor que la han definido a lo largo del tiempo.
GUÍA EN CORTO
¿CÓMO LLEGAR?
En auto debes tomar la autopista México-Puebla y desviarte en San Martín Texmelucan hacia la carretera Tlaxco-Apizaco, en un trayecto de aproximadamente dos horas. Se gastan aproximadamente 300 pesos de gasolina y 230 de casetas.
También hay autobuses directos desde la Terminal TAPO con un tiempo de viaje similar y el viaje redondo sale en 484 pesos por persona.
HOSPEDAJE
El hotel La Posada, con vista a “La Maquinita”, tiene habitaciones dobles a partir de mil 200 pesos; mientras que el hotel 1904 cuenta con habitaciones desde 700 pesos y está muy cerca de la plaza de toros.
JOYA DEL LUGAR
Conoce “La Maquinita” que se encuentra en la glorieta de la avenida 16 de septiembre. Su iluminación nocturna la convierte en un vistoso monumento.
QUÉ PROBAR
Evoka es el restaurante destino de Apizaco y está catalogado como uno de los mejores 120 del país, de acuerdo con la Guía México Gastronómico. Su menú degustación contiene ingredientes locales de temporada.