Olvidado y descuidado luce el Mercado de las Flores en Villa Guerrero
Plásticos rotos, el silencio y la tristeza predominan en el ambiente
Paola Montoya / El Sol de Toluca
Polvo y tierra es lo que predomina en el gran terreno que fue convertido en el Mercado de las Flores de Villa Guerrero, donde son pocos los comerciantes y floricultores que ofertan su plantas.
Ahí los plásticos que cubren los espacios donde se venden las plantas se observan rotos, tirados sobre el suelo o convertidos en un hilacho que apenas si pueden proteger a las flores del sol caliente.
El Sol de Toluca realizó un recorrido por el inmenso Mercado de las Flores, que aunque grande en su extensión se ha hecho pequeño en su población, pues actualmente son pocos los comercios que siguen en pie, tratando de vender.
‘Ya no hay muchos como antes, ya las personas casi no vienen a buscar aquí la flor, en ocasiones la tenemos que llevar hasta la ciudad u otros estados’, comentó una mujer.
Caminar entre los pasillos se percibe triste, el ambiente es desperanzador, la misma que se puede ver en los rostros de los comerciantes, quienes sentados sobre botes esperan hacer su venta del día.
Ni el aroma, ni la belleza de las flores logran opacar la imagen gris del lugar, pues los mínimos ramos y varas apenas si se alcanzan a mirar entre la soledad del mercado.
Son hombres con gorras, botas y pantalón de mezclilla los que en su mayoría cuidan los negocios y ofertan las flores, aquí las mujeres son contadas y sus rostros no figuran en las actividades.
Entre el terreno se ve un lugar que al parecer es nuevo, son bases hechas de acero, donde la pintura no se ve desgastada pero al igual que los otros lugares esta desocupado.
Esta situación ha percibido durante este año, pues las personas que han visitado el mercado en más de dos ocasiones, relatan que las cosas siguen igual, sin que se observen mejoras.
‘Yo vine en agosto y ahorita en diciembre y lo veo igual, no hay cambio, no se ve mejora’, compartió un visitante del mercado.
El silencio también acompaña al mercado, son pocas las charlas que se escuchan entre los comerciantes, no hay sonido de la música y son pocos los que quieren hablar de la situación que viven, pero lo que no comunican con los labios lo expresan con el rostro.
Un año más está por terminar y dicen que las ventas no fueron tan buenas, como décadas antes, cuando para el último mes habían terminado su producción y decidían irse a casa a descansar, momentos que han quedado solo como un recuerdo y que ansian se vuelvan el presente.
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