Aumentan máquinas tragamonedas en Tulancingo
Las multas para aquellos establecimientos que operan sin los permisos adecuados pueden ir de 10 a 100 UMAs
Javier Ledezma
Las máquinas tragamonedas tienen presencia en Tulancingo, tanto en establecimientos específicos dedicados a estos juegos de azar, así como también en espacios anexos a otros negocios. Sin embargo, su legalidad sigue siendo un tema en debate.
El director de Reglamentos y Espectáculos del municipio, Oscar Serrano, señaló que estas máquinas no son legales y que no existe un censo formal de los negocios que las operan. Explicó que el permiso para este tipo de juegos es otorgado a nivel federal a través de la Secretaría de Gobernación, un permiso para operar Juegos y Sorteos, mientras que la Fiscalía General de la República (FGR) es la encargada de su regulación y, en su caso, de su retiro.
Las multas para aquellos establecimientos que operan sin los permisos adecuados pueden ir de 10 a 100 unidades de medida y actualización (UMA). Aunque señala que algunas sanciones ya han sido aplicadas en el municipio, la autoridad municipal enfatiza que el retiro de los artefactos es facultad exclusiva de la FGR.
En el caso de las máquinas de muñecos de peluche, cuya presencia también se ha incrementado en establecimientos comerciales y de comida, el funcionario aseguró que también entran dentro de la categoría de juegos de azar y requieren un permiso federal. A nivel municipal, el único permiso que se expide en la dirección de Reglamentos y Espectáculos es el de local comercial para servicio de videojuegos.
La experiencia de los jugadores
A pesar de la falta de regulación local, la actividad de las máquinas tragamonedas sigue atrayendo a muchos jugadores. Don Sebastián, un hombre con más de 10 años de experiencia en estos juegos, nos describe su funcionamiento: los participantes ingresan monedas de uno, cinco o diez pesos con la esperanza de que un mecanismo dentro de la máquina empuje a otras apiladas y obtener una recompensa mayor, pues incluso hay billetes de 20, 50, 100 o 200 pesos, empleados como sobres, que contienen monedas.
Sebastián asegura que no todo depende de la suerte, sino también de la técnica y la manera en que se lanzan las monedas. Relata que asiste diariamente a jugar y, en ocasiones, pasa todo el día en el establecimiento. Según él, sus ganancias pueden oscilar entre 400 y mil pesos, aunque también puede gastar hasta 400 pesos en una sola sesión. Otro jugador, que prefirió mantenerse en el anonimato, mencionó que en tres horas se pueden ganar entre 150 y 400 pesos, pero si se juega por periodos prolongados, las ganancias pueden alcanzar los 800 pesos, “te puede ir mal o te puede ir bien, si he llegado a perder hasta 400 pesos”, comentó.
Algunos jugadores aseguran que hay clientes que gastan entre tres y cinco mil pesos en una sola sesión, sin embargo, aseguran que lo invertido la mayoría de las veces regresa a ellos. Además, explican que existen reglas no escritas dentro de estos establecimientos: quien esté usando una máquina tiene el derecho de decidir cuándo terminar su partida y puede “apartarla” durante algunos minutos, incluso horas para descansar, trabajar o conseguir más dinero, el tiempo depende de la participación de cada jugador, si es mayor el tiempo podrás obtener más tiempo de espera en tu máquina.
Relatan que existe otra jugadora que su asistencia y participación es mayor que todos, esta destacada jugadora puede “apartar” incluso desconectar la máquina por horas y las personas deben de respetar el espacio.
Las máquinas tragamonedas no son las únicas opciones en estos espacios de azar. Otras modalidades incluyen juegos de atinarle a la fruta o el popular ping pong. Tanto hombres como mujeres, desde adolescentes hasta adultos mayores, los participantes aseguran que podría ser una fuente de entretenimiento y, para algunos, una forma de obtener ganancias diarias en Tulancingo.
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