Prevenir el embarazo adolescente requiere más que hablar de anticonceptivos: Activista
Uno de los factores recurrentes en el embarazo adolescente, explicó Morrigan, es la relación con hombres mayores y menores
Karen Aicitel Lira
De acuerdo con Morrigan, titular del grupo activista feminista Mujeres del Tule en la región Tulancingo, prevenir el embarazo adolescente implica ir más allá de hablar sobre métodos anticonceptivos. Es esencial abordar las consecuencias emocionales y sociales que enfrenta una menor en esta situación, fomentar la comunicación con una red de apoyo, principalmente la familia, y promover una educación sexual integral que incluya temas como consentimiento y relaciones sanas.
Morrigan destaca que muchas familias evitan hablar de sexualidad con los adolescentes y, en algunos casos, emplean apodos para referirse a los órganos reproductivos, lo que genera confusión y desinformación. “Debemos usar el lenguaje correcto, educar desde la sensibilidad y enfatizar en el consentimiento, especialmente porque este suele ser manipulado en las menores”, señaló.
Uno de los factores recurrentes en el embarazo adolescente, explicó Morrigan, es la relación con hombres mayores. “Mientras las menores, de 16 años en promedio, están en una etapa inicial de su vida sexual, sus parejas, de 20 a 25 años, ya tienen más experiencia. Esto provoca una dinámica de poder desigual que frecuentemente culmina en embarazos no deseados. Sin una red de apoyo y una comunicación abierta en casa, estas adolescentes ceden ante situaciones que afectan su desarrollo emocional y social”, añadió.
Menciona que se desencadenan en las adolescentes problemas emocionales, sin embargo, los problemas sociales gracias al machismo que aún se vive en México es un problema grave para las emociones y autoestima de las niñas y adolescentes al ser señaladas o juzgadas, “las palabras que usa la sociedad son muy crueles, ya que vivimos en una sociedad todavía machista y siempre se deslinda al hombre, siendo así que la culpa es de la mujer porque se dejó embarazar”, lamentó.
Morrigan también resaltó el impacto negativo en la vida educativa y económica de las adolescentes embarazadas. Aunque las instituciones educativas no las excluyen, muchas optan por abandonar sus estudios debido al juicio social, la falta de apoyo y las cargas emocionales que enfrentan. En México, lamentablemente, el abandono paterno es común; el país ocupa el primer lugar en esta problemática, según datos referidos por la activista.
La solución, indicó Morrigan, debe ser integral e involucrar a padres de familia, instituciones de salud y educativas. “Los padres deben brindar información legítima, sin tabúes. Es fundamental explicarles que una relación con un adulto siendo menor de edad es un delito y que esas relaciones no son saludables en esta etapa. La comunicación debe ser afectiva, asertiva y sin prejuicios”, concluyó.