Por entrar en operación nueva celda en Relleno Sanitario Veolia
Con captación de hasta 300 toneladas de basura al día, se prevé que esta celda tenga un tiempo útil de vida de un año
Octavio Jaimes
Podría entrar en operaciones una nueva celda para disposición de residuos sólidos recientemente construida en el Relleno Sanitario Veolia, un espacio detalladamente trazado para que, sin faltar a la normativa ambiental que solicita la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), puedan depositarse hasta 70 mil toneladas de basura a lo largo de 2025.
Ubicado en la localidad de Las Lajas del municipio Santiago Tulantepec de Lugo Guerrero, este relleno sanitario comenzó a construirse en 2009, luego de que tras una licitación pública con el municipio sede, se obtuvo el contrato para la construcción y operación. Se le denomina relleno sanitario, porque a diferencia de los basureros o tiraderos (sitios no controlados), este cuenta con obras de ingeniería apegadas a la NOM-083-SEMARNAT-2003, avaladas y supervisadas por la citada secretaría.
Es así que a 15 años de su levantamiento, este relleno sirve de depósito a diez municipios del estado de Hidalgo, además de Santiago Tulantepec: Tulancingo, Singuilucan, Epazoyucan, Acaxochitlán, Acatlán, Metepec, Agua Blanca, Zempoala y Atotonilco el Grande. En suma, tales demarcaciones verterán hasta 300 toneladas de basura cada día en la nueva celda, según estimaciones del gerente de operaciones de este relleno, Raúl Zapata Rodríguez.
¿Cómo se construye una nueva celda?
En recorrido por el terreno en el que se construyó tal desarrollo, un espacio de media hectárea, Zapata explicó que el primer paso para una nueva celda es excavar el sitio destinado, para después retirar las piedras y completar la primera fase con un tendido de tepetate que igualmente debe compactarse.
A ello sigue la colocación de un material parecido al pellón que se conoce como geotextil, cuya resistencia es idónea para que “como si se ensamblara un sándwich”, sirva de protección y recubrimiento para una capa de geomembrana plástica. Este elemento es primordial, pues por él corren los lixiviados (desechos líquidos que genera la basura), razón por la que su colocación y manejo debe reservarse únicamente a personal certificado.
Una vez que la geomembrana se ensamble con termofusión para unirse (como si de una red se tratara) con la geomembrana de la vieja celda, se coloca encima un filtro con grava. Esta piedra favorecerá el escurrimiento de lixiviados hacia un sistema de tuberías y por las que dichos jugos fluirán hasta el punto más bajo de la celda, donde se acumulan en un cárcamo. Posteriormente, los líquidos se extraen regularmente para regarse sobre los cerros de residuos y se evaporen con la luz del sol, método avalado por la Semarnat para su tratamiento.
“Al terminar de construir viene la Semarnat, verifica que de acuerdo con el proyecto ejecutivo esté todo hecho como debe de ser y ya autorizan. Con ello podemos empezar a disponer los residuos”, abundó Zapata.
Al considerar que para los mencionados procesos constructivos se requiere un tiempo aproximado de cinco meses, el proyecto para la próxima celda que se trabaje deberá comenzar en febrero.
Mensualmente, el relleno recibe en promedio cerca de 7 mil toneladas de basura. / Eduardo Islas / El Sol de Tulancingo
“Va en función con la cantidad de residuos que se reciben (...) tuvimos que construir porque a la otra (celda) le quedaba poco tiempo de vida útil. Como esta nueva me va a durar máximo un año, tengo que empezar a construir la siguiente en marzo para que en julio ya tengamos espacio para que terminando aquí, brinquemos al otro”
De las 24 hectáreas totales del terreno donde está construido el relleno sanitario, únicamente puede usarse la mitad para construcción de celdas de disposición final. Hasta el momento se han utilizado ocho y se proyecta que las siguientes sean de mayor tamaño.