“Tallado de tarjeta”; un modo para cometer fraude en el cajero

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Karen Aicitel Lira

En estas fechas decembrinas, los fraudes en cajeros automáticos suelen aumentar. Fernando, un señor de la tercera edad, usuario de un cajero en el corazón de Tulancingo, compartió su experiencia para alertar.

Todo ocurrió alrededor de las 6:30 de la tarde cuando Fernando acudió a un banco. Había personas en los cajeros, pero al intentar realizar una transacción, el cajero no funcionaba. “De la nada, llegó un hombre y me preguntó qué pasaba. Le dije que no funcionaba. Me dijo: ‘Es que no le está haciendo bien. Meta su tarjeta’, y así lo hice. Me pidió oprimir la tecla amarilla y, al hacerlo, el cajero regresó mi tarjeta”, relató Fernando.

Acto seguido, el hombre se fue y otro sujeto se acercó para intentar “ayudar”. “Me dijo: ‘¿No funciona? Eso pasa cuando esta sucia la tarjeta, déjeme limpiarla’, metió mi tarjeta, pero seguía sin funcionar. Luego la arrebató, la insertó de nuevo y dijo: ‘Ahora ponga su número de NIP’”, continuó Fernando.

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En ese momento, una mujer apareció detrás de él, mencionando que algo similar le había pasado a su mamá. Insistían en que Fernando ingresara su NIP, pero al notar que todo se tornó extraño, decidió no hacerlo. “Les dije que  ya había llamado a la policía, en cuestiones de segundos entró un uniformado de casualidad y ellos se fueron”, “Llamé de inmediato al banco para bloquear mi tarjeta”, señaló. Cuando se percató la tarjeta que él había metido al cajero no era la suya.

Este modus operandi es conocido como “tallado” o cambio de tarjeta. Los delincuentes suelen aprovechar la distracción o confusión del usuario, para sustituir su tarjeta y obtener el NIP, comúnmente son personas de la tercera edad.

Recomendaciones para esta temporada

• Nunca acepte ayuda de desconocidos en un cajero automático.

• Verifique siempre que su tarjeta sea la misma antes de retirarse.

• Si detecta algo sospechoso, repórtelo al banco y bloquee su tarjeta de inmediato.

• Manténgase alerta y comparta esta información con sus seres queridos, especialmente con adultos mayores, quienes suelen ser blanco de estos fraudes.