Cuenta regresiva / Que sean los universitarios quienes elijan al rector (a)
Justo a doce días de la elección para elegir al nuevo rector o porque no decirlo, a la primera rectora de la Benemérita Universidad Autónoma de Zacatecas (BUAZ) en poco más de 200 años es fundamental que los dos candidatos y sus planillas entiendan que una cosa es lo posible y otra lo deseable. Son tiempos bastante complicados en tiempos de la cuarta transformación para las universidades públicas y más aquellas que han sido opacas como la nuestra. Si bien, prometer no empobrece, no se puede ofrecer lo que no se tiene. Ángel Román Gutiérrez como Jenny González Arenas deben ser serios y razonables para centrar su estrategia de campañas en cómo resolver los problemas estructurales en nuestra alma mater. La ropa sucia se lava en casa, además, de que es publico el desaseo en varias cosas al interior de la noble institución, no de ahora, si no desde hacer bastantes rectorados que hoy se viven las consecuencias.
De manera que, sea quien sea el próximo rector o rectora de la BUAZ se debe entender que la institución es más grande que sus problemas que hoy la aquejan, pero, ahora es indispensable que lleguen a la administración central y a las unidades académicos hombres y mujeres serios, inteligentes y capaces que puedan llevan llevar a la universidad a feliz puerto. Por ello, es momento, que Ángel Román Gutiérrez como Jenny González Arenas asuman con seriedad su proyecto de nueva universidad. Dejen los ataques y la guerra sucia para otros momentos, el rescate de la institución debe ser su prioridad.
Apenas el miércoles seguimos muy de cerca el debate entre ambos candidatos quienes contrastaron su proyecto de universidad pública y, aunque de pronto, tanto Román Gutiérrez como González Arenas de pronto tenía propuestas similares, la realidad, es que, ambos tienen visiones diametralmente distintas. Cierto, un debate no necesariamente es para saber quién lo ganó, en todo, sirve más para ver qué tan serios, propositivos y visionarios en las dificultades históricas que mantiene la BUAZ. Entiéndase sus problemas estructurales que luego ponen en jaque a la universidad.
Los problemas estructurales
Sólo como referente, la pasada huelga que, literalmente, duró cerca del mes, lo único que evidenció fue la necesidad de ordenar a la BUAZ, de entender, que la deuda histórica la está llevando a caminos muy espinosos que le impide ser mejor, la reestructuración de la deuda no avanzó. Ahora, sabemos que la universidad adeuda como 3 mil 300 millones de pesos y contando, contra poco más de 2 mil 500 millones de presupuesto. Aún así, la BUAZ ha hecho toda una odisea para formar a más de 43 mil universitarios, desde secundaria hasta sus posgrados.
Que quede claro, los problemas de la BUAZ deben ser resueltos por los propios universitarios. Aún con todo y pese a todo, nuestra universidad pública por excelencia puede salir adelante, aunque, luego la Federación no ha sido condescendiente con las necesidades de la institución. Dicho de otro modo, la universidad debe comenzar con cambios profundos, en donde la calidad académica, la transparencia y la rendición de cuentas sea un distintivo irrenunciable. Decía Juan Ramón de la Fuente, -ex rector de la UNAM y hoy Canciller del Gobierno de la República-: “Institución que no trasparenta sus recursos, es una institución que no da confianza”.
Lo hemos consignado hasta el cansancio: hay muchas cosas de porque sentirnos orgullos de la BUAZ, pero, también de otras que decepcionan, irritan y hace a la sociedad de desconfiar.
Que definan los universitarios
Finalmente, es necesario advertir que nunca en la historia moderna de la universidad se había visto tanto manoseo en vísperas de la elección para elegir nuevas autoridades. Por cierto, es notoria la tibieza del Colegio Electoral. Cuidado, mucho cuidado. Y así como decimos que son los universitarios los que deben resolver sus problemas, es fundamental, que sean los mismos universitarios de los que elijan al próximo rector o rectora la BUAZ. La intromisión externa e interna es visible.
Nos leemos el lunes.
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