Otro jornalero muere en Apatzingán al pisar narcomina
Con este caso, suman al menos ocho fallecidos y una persona herida por explosivos colocados en caminos y terrenos agrícolas durante 2025, en Michoacán
Cuitláhuac Guerrero
La mañana de este lunes, un trabajador agrícola perdió la vida al tener contacto con un artefacto explosivo mientras se dirigía a su jornada laboral en la localidad de El Alcalde, en el municipio de Apatzingán.
El fallecido fue identificado como Armando C., un cortador de limón de entre 20 y 30 años, según informó el Observatorio de Seguridad Humana de Apatzingán (OSHRA). El incidente ocurrió alrededor de las 10:00 horas, cuando el jornalero transitaba por un camino de terracería.
El artefacto, de fabricación artesanal, habría sido colocado por grupos del crimen organizado que operan en la zona. La explosión le causó lesiones fatales, según relataron compañeros que presenciaron el hecho y dieron aviso a las autoridades.
Elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Guardia Nacional, Fiscalía General del Estado (FGE) y personal especializado en explosivos acudieron al sitio para acordonar el área, iniciar la investigación y recuperar los restos, que fueron llevados al Servicio Médico Forense (Semefo).
Narcominas dejan múltiples víctimas en Tierra Caliente
Con este caso, ya son ocho personas fallecidas y una más lesionada por estallidos de narcominas durante el 2025 en municipios de la región conocida como Tierra Caliente, de acuerdo con registros hemerográficos.
Entre los casos documentados:
9 de enero: un jornalero resultó herido al explotar un artefacto en la ruta entre El Capire y Los Hornos.
12 de enero: dos cadáveres fueron hallados dentro de una camioneta que habría activado una narcomina en Las Bateas.
14 de enero: el profesor Ramón P. murió al pasar con su vehículo sobre uno de estos dispositivos, también en Las Bateas.
8 de febrero: dos jornaleros, uno de ellos menor de edad, fueron víctimas de un explosivo en Santa Ana Amatlán, Buenavista.
2 de abril: otro limonero falleció en Puerta de Alambre, Apatzingán, mientras iba a trabajar.
15 de abril: un hombre sufrió lesiones por una detonación en Apatzingán.
Estos eventos muestran un patrón de violencia creciente, con especial afectación a trabajadores del campo y civiles que transitan caminos rurales.
Explosivos como arma de control territorial
El Agrupamiento Especializado en Materiales Explosivos informó que en lo que va del año se han desactivado más de 4 mil artefactos en diversas regiones de Michoacán, entre ellos narcominas, morteros caseros y explosivos lanzados desde drones.
Estos dispositivos son usados por grupos delictivos como una forma de intimidación y control territorial, y suelen colocarse en caminos rurales, huertas o incluso zonas habitacionales periféricas.
El capitán de la SSP, Roberto Gómez Ruiz, destacó que muchas de estas trampas explosivas están diseñadas para no ser detectadas fácilmente y pueden ser activadas por el simple paso de una persona o un vehículo.
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Llamado a las autoridades
El OSHRA lanzó un exhorto a las autoridades federales y estatales para que atiendan la situación con mayor eficacia y continuidad. En su mensaje, pidió que se tomen medidas urgentes para garantizar el derecho a la seguridad de las y los habitantes de Apatzingán y municipios vecinos.
“Es un fenómeno que sigue cobrando vidas y generando desplazamientos forzados”, advirtió el observatorio en un comunicado.
Mientras tanto, el temor ha comenzado a modificar la rutina de la población. Muchas personas han optado por dejar de trabajar en huertas, evitar caminos de terracería o migrar a zonas más seguras.
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