La industria de la construcción, que en Ciudad Juárez no ha parado en su totalidad primero en base a la obra pública y en los últimos meses a la reactivación de la privada, enfrenta problemas para la contar con la mano de obra que necesita para la edificación de naves industriales, plazas comerciales y casas habitación.
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El presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción en Ciudad Juárez (CMIC), Luis Mario Baeza Cano, dijo que el proceso de recuperación económica de la región se mantiene, pero con algunos problemas por la falta de personal que prefiere irse a trabajar como obrero o técnico en el interior de las plantas maquiladoras o inclusive de manera informal, porque muchas veces obtienen un mayor ingreso en el mantenimiento y edificaciones de los particulares.
El dirigente dijo que es bueno que se presente una mayor actividad económica, porque en este momento su sector tiene trabajo no solo en las obras nuevas que realiza, también en los trabajos internos de remodelación o reparaciones que demanda la maquila, aunque también muchos trabajadores de la obra deciden irse a trabajar en empresas de este sector, no solo por las prestaciones, también para protegerse de las inclemencias del tiempo.
De acuerdo con datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), del mes de junio a agosto se presentaron altibajos en lo que al personal ocupado en la industria de la construcción se refiere.
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En junio el total era de 12 mil 709 trabajadores, para llegar a los 12 mil 844 en julio y bajar nuevamente, a 12 mil 755 en agosto con tendencias de continuar a la baja, según lo señalado por Baeza Cano. Quienes dejan de ser trabajadores permanentes o eventuales del sector pasan a otras actividades.
“Hay bastante trabajo en este momento, pero batallamos para conseguir personal”, recalcó.
Destacó que afortunadamente el sector de la construcción se encuentra actualmente en un proceso de franca recuperación, pero aparte de enfrentarse al cambio de actividad de sus trabajadores al irse a otro tipo de empresas, vienen los meses de noviembre, diciembre, enero y febrero, que son los más críticos para esta actividad, por las bajas temperaturas y el trabajo a la intemperie.
Explicó que en esos meses, de manera cíclica, baja la obra pública y privada, anqué con el rezago que se ha presentado tienen confianza en que se mantenga.
Sin embargo, las bajas temperaturas que se registran en nuestra ciudad, hace que los trabajadores la piensen más y prefieran no buscar otras alternativas.
Comentó también que es muy difícil cuantificar el déficit de trabajadores que tienen, porque al final de cuentas tienen que salir adelante y cumplir con los compromisos.
Aunque comentó que se estima que en la informalidad laboran alrededor de 5 mil personas, entre albañiles, ayudantes, electricistas, plomeros, yeseros y otros, de los que se tiene que echar mano, con ofrecimientos mayores de pago para que se decidan a laborar en el sector.
Un trabajador fácilmente puede llevarse en trabajos parciales que realizan en domicilios particulares, más de 3 mil pesos en un solo día, menos de lo que puede ganar en una semana de trabajo arduo en la construcción.
Realizan trabajos de cambiado de chapas, instalación de puertas, enyesado de paredes, colocación de plafones, techado y otras que si lo hacen de manera individual les reditúa un ingreso mayor que estar en la construcción de casas para fraccionamientos o inclusive en la obra pública.
Destacó que la mayoría de los asociados de la CMIC se dedican a la obra pública, pero al restringirse los presupuestos federales han tenido que dedicarse a la privada que en este momento se encuentra en proceso de recuperación.
Agregó que las licitaciones que publican los gobiernos, principalmente el municipal y estatal en la actualidad, llegan a su término de manera cíclica, con la integración de los presupuestos para el año entrante, por lo que ya no se generan proyectos nuevos hasta allá por los meses de abril y mayo.
El dirigente empresarial señaló que hasta ahora no se ha presentado la necesidad de frenar ninguna obra, pero se mantiene la dificultad para conseguir trabajadores, lo que se presenta también cuando hay más alternativas en otras áreas como la maquila.
La comercial y de servicios no genera tanta presión para el trabajador de la industria de la construcción.
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