Este miércoles 1 de julio entra en vigor el nuevo tratado de libre comercio en el que participan México, Estados Unidos y Canadá, identificado cono T-MEC.
Los especialistas en la materia consideran que, de inicio no trae grandes ventajas para nuestro país, pero en el corto y mediano plazo podría representar nuevas oportunidades de negocio, con la llegada de más inversión nacional y extranjera a actividades relacionadas con la proveeduría a la industria maquiladora y manufacturera de exportación y la atracción de empleos mejor pagados.
Alejandro Sandoval Murillo, presidente del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEf), dijo que la modificación a las reglas relacionadas con el origen de las materias primas e insumos, abre el camino al fortalecimiento de las empresas existentes y el inicio de otras.
Recordó que, de acuerdo al documento, los países integrantes del T-MEC tienen un periodo de gracia que permita cumplir con los nuevos lineamientos, entre los que se encuentran las reglas de origen.
Para el sector automotriz este apartado del nuevo tratado de libre comercio, establece que un vehículo ligero deberá tener un 75 por ciento de contenido hecho en la región, esto es que proceda de los países involucrados, y un 70 por ciento para vehículos pesados.
Además que entre el 40 y 45 por ciento deberán provenir de zonas de alto salario.
Consideró que en este caso no hay problema porque la mayoría de las empresas exportadoras, que son las maquiladoras y tienen sus matrices en Estados Unidos y allá los salarios son mayores que los que se paga en nuestro país.
El especialista en materia económica señaló que el T-MEC no es una solución mágica a los problemas económicos del país, pero si se sabe aprovechar y se impulsa a la inversión, si podrá representar en el futuro un buen impulso a la generación de empleos y creación de empresas.
Hace falta, insistió, una verdadera política económica del gobierno para que los esfuerzos del sector privado se vean respaldados y se logre los buenos resultados que se esperan.
Organizado por México Now, se realizó este martes un foro virtual en el que diversos especialistas expusieron sus puntos de vista respecto al T-MEC y lo que viene.
Tal fue el caso de Kenneth Smith, quien en su momento fue uno de los que encabezó las negociaciones para la firma de anterior Tratado de Libre Comercio para América del Norte (TLCAN), consideró que "México necesita convencer a los EU que invertir en México es nearshoring", esto es ser el destino para la transferencia de operaciones comerciales, lo que implica traer instalaciones de fabricación a México, con mejores resultados que si se lleva a países más distantes.
También se refirió a los riegos que nuestro país tiene en el año electoral Los riesgos para México en este año electoral son, como es el favorecimiento de Estados Unidos a la fuerza laboral en esa nación.
Destacó que con el T-MEC continuará el impulso a las industrias automotrices, aeronáuticas y de maquinaria.
Consideró también que los sectores con alto potencial de desrrollo son el de equipo médico, farmacéutico y de economía digita.
Además de un incremento en la demanda en materia de logística y transporte, agricultura y agronegocios.
Afirmó que para el norte de México, la inversión en dichos sectores como en el eléctrico, y electrónicos representan una mayor importancia.
También señaló que “"México necesita enfocarse en la política pública doméstica y en dar certeza legal a los inversionistas nacionales e internacionales".
Miguel Ángel Díaz Marín, socio y especialista del despacho privado Kreston, destacó que nuestro país cuenta con infinidad de tratados comerciales con diversos países de mundo, y debe planear su aprovechamiento, no apostar todo a uno solo.
El inicio del T-MEC este miércoles es solo el comienzo de una serie de movimientos económicos y de inversión que deberán darse en los próximos años, en espera de que se obtengan mejores resultados.
Recordó, sin embargo, que existen varios candados, entre ellos el de materia laboral en los que se crearán comisiones especiales que tendrán como finalidad el supervisar cumplimientos.
Además de plantear posibles castigos en materia arancelaria para quienes no sigan lo establecido en el nuevo Tratado.
Recoció que nuestro país debe invertir en más infraestructura en el norte y en el sur, para respaldar lo que ocurra en materia de la atracción de nuevas empresas.
Comentó que el T-MEC, a diferencia del TLCN con vigencia a partir de 1994, agrega compromisos en materia ambiental y laboral y una serie de condiciones que no se dieron en aquel tiempo.
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