En el segundo trimestre del año, en medio de la volatilidad financiera a nivel mundial, la economía mexicana registró un crecimiento anual de uno por ciento, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Al presentar la revisión final del Producto Interno Bruto (PIB), el Inegi destacó que el avance de la economía fue impulsado por el sector terciario, relacionado a los comercios, servicios y turismo, pues creció 1.5 por ciento.
Le siguieron las actividades industriales o secundarias, con un incremento anual de 0.4, mientras que el sector primario, asociado a las tareas del campo, se contrajo un 2.5 por ciento.
Con los resultados al segundo trimestre de 2024, el PIB de México cumplió siete trimestres consecutivos en desaceleración.
A inicios de año, analistas financieros de Citibanamex y Banorte alertaron que la actividad económica en México estaba en una fase de desaceleración ante los altos niveles de inflación y una debilidad de la economía estadounidense.
Las expectativas de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) apuntan a que este año la economía mexicana crecerá en un rango de entre 2.5 y 3.5 por ciento.
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Según la dependencia encabezada por Rogelio Ramírez de la O, el avance del PIB será consecuencia de un mayor consumo, la culminación de obras de infraestructura y una creciente demanda externa por parte de Estados Unidos.
A finales de junio, Rodrigo Mariscal Paredes, titular de la Unidad de Planeación Económica de la SHCP, dijo que si bien durante la primera mitad del año se registraron choques financieros, en su mayoría del exterior por conflictos geopolíticos y alza de precios en materias primas, se espera que en la medida que disminuyan haya una mejor actividad económica en México.
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En comparación con el primer trimestre del año, el PIB de México creció 0.2 por ciento, derivado de aumentos de 0.3 y 0.1 por ciento en los sectores secundario y terciario, respectivamente, mientras que el primario retrocedió 0.2 por ciento.
