Del 40 por ciento que habían incrementado la afluencia en los hoteles de la zona Centro por la llegada de migrantes, ahora, ha bajado hasta un 20 por ciento, esto luego de que un gran número de ellos han logrado cruzar a Estados Unidos y otros se han regresado a su país de origen.
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“Mucha de la gente que ha pasado por Juárez ha logrado brincar, es poca la gente que se queda a vivir, y pues los que se quedan a vivir buscan un departamento ya no ocupan ningún servicio de hospedaje”, señaló Roberto Kong, presidente de la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles Zona Norte del Estado de Chihuahua.
Asimismo, dijo que también se ha corrido la voz de que la ciudad no es un lugar seguro para el migrante, por lo que posiblemente, esto ha detenido la llegada de nuevas personas.
Además, aún nado a esta afectación, Kong, mencionó que hace unos días, se tuvo la visita del Instituto Nacional de Migración, quienes realizaron un revisión a media noche en el hotel Impala y Santa Fe, para ver si se encontraban con alguna anomalía, lo que solo hizo tener una baja aún más considerable.
“Con estos operativos pues nos espantan a la clientela porque pues a esa hora es una molestia para los clientes, de por sí no tenemos el apoyo del gobierno federal para promocionar lo que es el país en general”, expresó.
Durante meses, principalmente cuando llegó la primera ola de migrantes a esta frontera a finales del 2018, los hoteles ubicados en la zona Centro volvieron a “revivir”, pues normalmente aquí se hospedaban por el bajo costo y por la cercanía al Río Bravo.
Durante más de un año, fue común ver a decenas de migrantes, principalmente cubanos, fuera de los hoteles y moteles e incluso vagar por la zona Centro o fundar su propio puesto de comidas o restaurante. Sin embargo, ahora la mayoría de estos hoteles, han vuelto a lucir vacíos y abandonados, esto luego de que migrantes han sido aceptados bajo el proceso de MPP o bien, por quienes han logrado cruzar ilegalmente.
Otro claro ejemplo es el del restaurante “La Habana”, el cual abrió en abril de 2019 entre las calles Ramón Corona y Galeana. Este estaba conformado por 10 empleados migrantes que preparaban el tradicional platillo cubano.
Actualmente, este local ha quedado cubierto por el polvo del abandono, pues después de haber sido un éxito durante meses, entre las calles de Ciudad Juárez, un día, ya no volvieron a abrir el lugar.
