Se esperaba que el rector de la UACJ, Juan Ignacio Camargo Nassar, arremetiera de lo lindo contra el gobierno federal, por aquello de los recortes presupuestales a las universidades, pero no fue así. Era el momento perfecto, porque al presentar su primer informe de actividades al frente de dicha institución -orgullo de este municipio-, el funcionario habló de logros evidentes, con una escuela en paz y eficiente.
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Tenía de pechito al súper delegado, Juan Carlos Loera de la Rosa, sumido en el presídium, medio agachado, ya como esperando el ramalazo del rector, pero la sorpresa fue que no hubo tal. Camargo Nassar informó que gracias al uso efectivo de los recursos y con un plan de ahorros, la UACJ mantiene finanzas sanas.
No lo dijo, pero el mensaje detrás de dicho mensaje, es que por ese motivo no tienen necesidad de salir a protestar o de organizar paros. Así que los colores le volvieron al rostro a Loera de la Rosa y a los demás integrantes del presídium, los cuales estaban preparados para ver correr sangre. En contraparte, Camargo Nassar se presentó como un rector serio, respetable, honesto y efectivo, para orgullo de la comunidad universitaria y de la comunidad juarense.
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De todas las actividades realizadas durante los festejos de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ), se hizo notar la carrera pedestre de 3 y 5 kilómetros, la participación de los alumnos desbordó las expectativas que se tenían previstas. Lograron romper el récord de participación con 5 mil 800 alumnos, maestros y administrativos.
Buen punto se anotó el Doctor Ricardo Juárez, quien logró unificar a todas las áreas para darle un buen toque a esta actividad en el 46 aniversario de la máxima casa de estudios.
Donde no se pulieron lo suficiente, fue en el concierto de gala de la orquesta Sinfónica de la UACJ ofrecido el pasado miércoles. El solista Félix Alanís, invitado de la Universidad veracruzana, subió al escenario como si se hubiese bajado del camión que lo trasladó hasta Ciudad Juárez.
Los músicos tocaron cada quien sus notas y a leguas se escuchó que no tuvieron el tiempo suficiente para ensayar. Mal punto para la todavía directora Alpha Escobedo quien ha perdido el sueño sólo con pensar que no le salen bien las cosas.
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El presidente Armando Cabada tuvo oportunidad de meterse al corazón de la grilla estatal, en Palacio de Gobierno, donde se reunieron diversos actores que traen parte de los movimientos en el estado de Chihuahua. El motivo fue la Segunda Reunión de Conferencias Nacionales de Secretarios de Seguridad Pública del Sistema Penitenciario y Seguridad Pública Municipal.
Ahí estuvo obviamente el gobernador del Estado de Chihuahua, Javier Corral Jurado, pero sobre todo el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo Montaño, quien forma parte relevante de las decisiones de la Guardia Nacional en todo el país.
Por dos razones, Durazo debe estar agradecido con Cabada. Primero porque atendió la recomendación de desplazar a Ricardo Realivázquez de la policía municipal en Juárez, para que se colocara ahí a un federal, Raúl Ávila Ibarra.
Lo segundo es que el presidente de Juárez logró el consenso para que se les otorgara de forma gratuita un gran predio para que la Guardia Nacional construya su cuartel general en una zona cara, junto al aeropuerto internacional.
Así que lo menos que se espera, es que se envíe a este municipio fronterizo, con sentido de urgencia, a elementos suficientes, para que combatan los delitos del fuero federal, como lo es concretamente el narcomenudeo y los homicidios derivados de la delincuencia organizada. Total, que Cabada saludó a todos los presentes, incluido al senador pluri Gustavo Madero, aliado del gobernador.
El presidente de origen independiente se sentó junto al presidente del Congreso del Estado, René Frías Bencomo, a quien seguramente tuvo la oportunidad de comentarle algo relacionado con el plebiscito del proyecto Juárez Iluminado, el cual pueden aprobar los diputados desde dicho poder del estado, independientemente de que se haga pronto o no la consulta ciudadana avalada por el IEE.
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Resulta que Fernando Uviña, el presidente de la zona 1, también conocido como jurisdiccional, quiere repetir en la posición, a pesar del fracaso de Indios de Juárez en el estatal de béisbol. La afición beisbolera juarense, en las redes sociales, coincide de que, por dignidad, debe retirase Uviña, quien nos aseguró que pretende continuar como presidente, ya que trae una espina bien encajada y se la quiere retirar.
El todavía dirigente ya tiene preparado un informe y un plan de trabajo que debió ser presentado el pasado miércoles en la ciudad de Chihuahua, pero la reunión fue pospuesta por la víspera del nacional de primera fuerza. Qué lástima que el deporte en Juárez, se avizore como un negocio redondo para unos cuantos y en el béisbol, no se canta mal las rancheras.
Aun es hora, que Uviña, no ha dado un informe real de las ganancias obtenidas en el campeonato de béisbol pasado, por las entradas, venta de bebidas embriagantes y comida chatarra que ahí se vendió. Se habla de ganancias de varios milloncitos de pesos que no se sabe en qué bolsillos se encuentren.