De los más de 150 migrantes que recibía el albergue Aposento Alto, ahora sólo dan refugio a 30, informó Grissel Ramírez, representante del lugar.
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Luego de ser uno de los albergues con mayor número de migrantes refugiados, durante el último mes sólo han recibido a 30 personas, de las cuales la mitad son menores de edad, mencionó.
Grissel, comentó que sólo seis de ellos son connacionales, los demás son familias que vienen de Guatemala, Honduras y El Salvador.
Dijo que, por el momento, lo que más falta les hace es el gas para los calentones, debido a que desde que entró el invierno no han podido mitigar el frío.
Un “minicalentón” de luz de segunda mano que compró Grissel es lo único que tienen para pasar las noches de frío, pues no hay presupuesto para adquirir aunque sea sólo un tanque de gas.
“En la noche, que es cuando más hace frío, se reparten el calentón entre todos, para soportarlo, porque los cuartos que aquí tenemos son muy fríos”, expresó.
Tal es el caso de Octavio, migrante guatemalteco que llegó a ese refugio desde hace cinco meses, y quien platicó que durante la noche le cuesta dormir, pues el frío entra por todos lados, y una cobija no es suficiente para soportarlo.
“En el día uno sale al sol, trata de hacer algo para que se le vaya aunque sea poquito el frío, pero en la noche es muy difícil, no hay manera, sólo se voltea uno para todos lados, para ver qué lado calienta más”, detalló migrante que hoy se refugia en este albergue ubicado en la calle Tomate de la colonia Lomas de Poleo.
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