El estado de emergencia sanitario que implementó la Oficina de Transporte Público pegó considerablemente a los choferes que prestan el servicio en la ciudad de diferentes líneas de transporte hasta en un 60 por ciento.
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Las medidas que tomaron para el transporte público fue reducir al 50 por ciento el número de pasajeros en las unidades, con la finalidad de guardar la sana distancia entre los pasajeros, situación que puso en jaque a los conductores.
Estas restricciones del Gobierno del Estado disminuyeron la afluencia de usuarios en cada uno de los recorridos, que también extendieron los tiempos de recorridos.
Ariel Muñoz, chofer de la Ruta Periodista, expuso que la afectación a su bolsillo se redujo en un 60 por ciento, ya que puso un ejemplo que de mil pesos que ganaba diarios por doce horas trabajadas, ahora tiene ganancias de 400 pesos solamente.
Dijo que los concesionarios del transporte han sido flexibles con los choferes porque les disminuyeron el cobro de la renta del camión y otros pagos que hacen para operar diariamente las unidades, sin embargo, el diésel y refacciones tienen que pagar, lo que hace más difícil sacar dinero suficiente para llevar a la casa.
Comentó que esta línea se vio en la necesidad de reducir el número de unidades para operar diariamente de 16 a solo 8 camiones debido a la baja demanda de pasajeros por el problema que están enfrentando con el coronavirus.
Agregó que también se redujeron las corridas de camiones de transporte, en vez de pasar cada cinco minutos, ahora lo hacen cada 15 minutos aproximadamente.
Mientras tanto, Jesús Machada conductor de la Ruta Oriente Poniente señaló que el estado de emergencia es un golpe duro para la económica de la ciudad y el transporte público no es la excepción.
Comentó que en lo personal la afectación de ingresos bajó hasta en un 70 por ciento, pero las necesidades en la casa se mantienen porque ahora que está toda su familia en el hogar son más los gastos en alimentos.
A bordo de su unidad con número económico 2316, Jesús externó su preocupación que esta contingencia se extienda por varias semanas más, lo que se agravaría aún más el gremio de transporte público.
Aseguró que la paralización de escuelas, trabajo, negocios y visitas a lugares públicos ocasionó que bajara la cantidad de pasajeros en las rutas del transporte.
La misma situación enfrenta Carlos González, chofer de la Ruta 2B, que recorre varias colonias del poniente de la ciudad.
Mencionó que bajó completamente el número de pasajeros en cada una de las unidades, que se reflejó en los ingresos económicos.
Dijo que casi no está quedando ganancias para uno, en ocasiones salen tablas ya que tienen que pagar por la renta de la unidad, diésel, entre otros, mientras que el número de usuarios es cada vez menor.
Al igual que los demás choferes de las líneas de transporte, Carlos expuso que los concesionarios también han bajado sus percepciones, así que las pérdidas económicas son para todo el gremio de transporte público en Ciudad Juárez.
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