Por más que las autoridades quieran minimizar los hechos, lo cierto es que la población está en crisis de nervios, tras los sucesos ocurridos en los últimos días, donde han continuado las ejecuciones y los criminales han extendido su saña, al quemar camiones hasta con gente inocente arriba.
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Ayer no fue la excepción y el terror se vivió intenso, donde en zonas habitacionales provocaron quemazones, aparte de que circularon los audios de las alertas médicas de personal de urgencias de un hospital, donde eran atendidos los que llegaban con lesiones por el fuego.
También los juarenses se estuvieron pasando mediante las aplicaciones de teléfonos, los diálogos de los policías que han entrado en pánico, al enfrentar a los malosos que han convertido una vez más a Juárez en zona de guerra. El miedo también invade a los propios policías de las diversas corporaciones.
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Por razones no aclaradas, al menos uno de los grupos criminales que operan en la ciudad, ha decidido causar incendios en los últimos días, como imitando o reaccionando a lo ocurrido en los límites de Sonora y Chihuahua, donde resultaron asesinados 9 integrantes de la familia LeBarón a los que también quemaron.
Con las proporciones debidas, el emperador Nerón causó fuertes incendios en Roma por el año 64, para presuntamente culpar a un grupo –los cristianos- de haber cometido semejante atrocidad, para que el odio se volcara contra ellos.
En el caso de lo ocurrido en Ciudad Juárez, seguramente no sea el objetivo culpar a otros, pero sí se advierte igual desprecio por la ciudadanía y en todo caso es amedrentar a todos, pero en especial al grupo que sería su contrario.
No tardan en aparecer seguramente las narcomantas respectivas, para las debidas aclaraciones, porque la versión oficial de que son personas enojadas porque hay un cateo en el Cereso estatal 3 y un aviso de supuesto traslado de reos, no se los cree nadie.
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A través de un comunicado los que integran el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), repudiaron “fuertemente todo tipo de actos vandálicos y de violencia”. No habían alzado la voz desde ya casi diez años cuando la violencia estaba en todo su apogeo.
En todo este tiempo los empresarios que pertenecen al CCE bajaron la guardia ante las autoridades municipales, estatales y federales en turno, y ahora que el pueblo está que arde y que regresa el fantasma del terror de la violencia reaccionan y de manera muy tibia con un simple comunicado.
“No podemos seguir quejándonos de acciones que se dejaron de hacer en el pasado, hoy estamos ante una responsabilidad como lo es la seguridad y no podemos volver atrás. Exigimos una real coordinación a través de los mecanismos detonados por las autoridades competentes como el Plan Especial Juárez y se tomen acciones inmediatas”, dicen en documento que fue enviado a los medios y publicado en redes sociales.
La consecuencia de sus adulaciones y silencio en los últimos cuatro años, cuando entraron en la zona de confort y dejaron de exigir a las autoridades que cumplieran con su obligación de mantener la paz y la tranquilidad, hoy los resultados son adversos.
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Los empresarios no fueron los únicos que sintieron que la lumbre les llegó a los aparejos, los que conforman la Mesa de Seguridad y Justicia de Ciudad Juárez, también pusieron el grito en el cielo con un simple comunicado, mediante el cual, piden a las autoridades de los tres niveles mantener la coordinación en los operativos e hicieron un llamado a la ciudadanía, para evitar caer en pánico y no dejarse llevar por la información falsa que circula por redes sociales.
Hasta ayer por la tarde los que integran esa Mesa de Seguridad no habían salido para explicar lo que está sucediendo y tranquilizar a la población mediante la aplicación de estrategias en contra de la delincuencia organizada que tiene en jaque a las instituciones y a la misma ciudadanía.
En el documento, muy al estilo AMLO, “reprobaron los hechos violentos que grupos criminales han dirigido hacia la sociedad civil”. De eso no han pasado.
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El senador Cruz Pérez Cuellar anda preocupado, porque un panista fue contratado por la Cuarta Transformación. En un comunicado oficial del legislador, consideró que el personaje recién contratado por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, es un enemigo declarado que llega como Caballo de Troya, es decir como infiltrado.
Se refiere a Roque Martínez Amparán, el nuevo subdirector de Administración de Conagua en Chihuahua. De acuerdo a Pérez Cuellar, el referido fue señalado hace algunos años por vender títulos de concesión, entre otras irregularidades.
No menciona quién contrató a Martínez Amparán, sin embargo, queda claro que la persona que lo hizo no le pidió permiso al senador. En una de esas fue el propio súper delegado Juan Carlos Loera de la Rosa quien invitó al susodicho, que es quien responde por la estructura federal en Chihuahua.
De ser así, queda también claro que Pérez Cuellar sigue distanciado de Loera de la Rosa, porque bastaba con una llamada telefónica para darle la alerta. Pero no, quiso elaborar un comunicado y difundirlo por medio mundo, para que las personas que corresponda, tomen cartas en el asunto.
A ver si le hacen caso. Arguye el senador urticaria porque el hombre referido es originario del PAN, sin embargo, lo más seguro es que esa no sea la verdadera causa de la animadversión, porque hay muchos panistas sumados a la 4T, incluidos cercanos colaboradores del propio Pérez Cuellar.