“Puede ser la mejor Navidad de nuestras vidas o la peor si la pasamos aquí y no en Estados Unidos”, dice Rosa, quien desde hace dos meses junto con su hija de tres años y esposo habita en el Puente Internacional Santa Fe o Paso del Norte.
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En ese cruce fronterizo se estima que habitan alrededor de 100 menores de edad, de los cuales 62 son niñas y 32 niños. La edad oscila entre los 2 años a los 14.
Todos pasarán Navidad en ese lugar junto con sus padres esperando poder cruzar al vecino país.
Rosa es quien actualmente lleva la lista de migrantes que llegan hasta el Puente Internacional Santa Fe o Paso del Norte en busca de una cita con el Departamento de Adunas y Protección Fronteriza (CBP), para solicitar asilo político.
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La mujer asegura que quienes se están trasladando a albergues son aquellos migrantes que recién llegan a esta ciudad, ya que los demás han decidido por voluntad propia quedarse en ese lugar y pasar las próximas fechas de Navidad y Año Nuevo ahí.
“Aquí son 62 niñas y 32 niños los que están viviendo aquí y que pasarán Navidad en este lugar. Las edades van desde los 2 años hasta los 14 y se necesitan para ellos desde pañales hasta chamarras y juguetes, toallitas húmedas, es lo que nos dicen que necesitan”, expresó Rosa.
La mujer señaló que los menores junto con sus padres pasarán las próximas fechas en ese lugar ya que no tienen opción, sin embargo, un juguete no es una de sus principales necesidades o deseos para esta Navidad.
“Necesitan chamarras gruesas para los bebés, andan unos con suéteres nada más o las mamás les ponen chamarras grandes y andan nadando en ellas, por eso piden cobijas y chamarras porque no tienen, sobre todo para los bebés”, añadió.
Actualmente en el Puente Santa Fe habitan 230 personas, las cuales viven entre casas de campaña, hules y cobijas que han sido instaladas a lo largo de la banqueta.
La mayoría tiene entre uno a dos meses viviendo en ese lugar, como Rosa quien lleva 60 días ahí.
“Tengo un número no esta tan cerca para la cita de asilo político, yo vengo con mi hija de tres años y mi esposo. Yo siento que no es tan difícil estar aquí. Para nosotros va a ser una Navidad diferente, decimos va a ser la peor Navidad, pero a lo mejor puede ser la mejor Navidad si pasamos a Estados Unidos”, aseguró.
En esa misma situación se encuentran los migrantes que habitan en El Chamizal, donde desde este fin de semana organizaciones y grupos de abogados han acudido para llevarles juguetes y apoyos a los menores que ahí habitan debido a la temporada navideña.
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