A través de una misiva, la organización Proyecto de Responsabilidad de Gobierno presentó una queja ante las agencias de supervisión federales donde detallan los abusos que se cometen en Fort Bliss hacía niños migrantes que alberga en el lugar.
Se informó, que anteriormente presentaron dos quejas por parte del Proyecto de Responsabilidad del Gobierno, con fecha del 7 de julio y 28 de julio de 2021, se adjuntan como anexo a esta tercera queja, donde la EIS de Fort Bliss está a cargo de la Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR) del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos (HHS).
La organización manifestó que en esta tercera queja es de un cliente del Proyecto de Responsabilidad del Gobierno, que se ofreció como voluntario y sirvió entre abril y mayo de 2021 en Fort Bliss y otros dos EIS (ahora cerrados) ubicados en Houston, Texas, y Erie, Pensilvania.
Al igual que los otros clientes denunciantes del Proyecto de Responsabilidad del Gobierno responsables de las dos primeras quejas (Justin Mulaire, Laurie Elkin, Arthur Pearlstein y Lauren Reinhold), este cliente también fue testigo de casos diarios de mala gestión que puso en peligro la salud y la seguridad públicas.
Proyecto de Responsabilidad de Gobierno destacó que la tercera denuncia incluye resúmenes detallados y contemporáneos proporcionados por el personal de numerosas y repetidas violaciones de la salud; la seguridad; y leyes, reglamentos y políticas de bienestar infantil.
Los resúmenes se enviaron diariamente por correo electrónico a los gerentes de Fort Bliss entre el 1 de mayo y el 6 de mayo de 2021. En otras palabras, HHS, ACF y ORR conocían los problemas recurrentes en tiempo real y no pudieron remediarlos.
Los problemas atribuidos a empleados específicos incluyen:
- El personal de la carpa de aislamiento de COVID “emplea regularmente la disciplina grupal (por ejemplo, si un niño se porta mal, todos los niños son castigados) y se niega a permitir ir al baño durante el día ... [muchos] niños más jóvenes ... han mojado la cama como resultado; "
- "Los niños se han quemado y se han ampollado la piel debido a la loción para aclarar la piel que se les proporcionó en lugar de una loción humectante segura".
- Preocupaciones “sobre el nivel de decibelios y la contaminación acústica crónica en las carpas, la cafetería y los baños portátiles, así como el ruido de los vehículos y las construcciones durante el día. Preocupación por el aumento del estrés crónico y la pérdida de audición por ruido perpetuo tanto para los niños como para el personal ";
- El personal de la tienda "amenaza regularmente a los niños con la deportación";
- "Las luces se dejan encendidas las 24 horas del día en las carpas ... Los tamaños de las carpas son demasiado grandes para que el personal los maneje";
- Inquietudes planteadas por "empleados federales experimentados que temen represalias por plantear sus preocupaciones sobre su experiencia en Fort Bliss"; y
- El niño "parece estar 'perdido' en el sistema sin ningún contacto de un asistente social, lo que parece ser un problema sistémico".
El abogado del proyecto de responsabilidad gubernamental, David Z. Seide, destacó: "Esta nueva evidencia es impactante. Además, revela violaciones de los derechos humanos fundamentales. No es una defensa afirmar que los informes de estas condiciones ahora son "antiguos" y han sido "corregidos". Los problemas en la implementación y ejecución no son nuevos, eran de esperar, estaban prohibidos por las leyes y regulaciones existentes y nunca deberían haber ocurrido en primer lugar. La gerencia podría y debería haberlo sabido mejor".
De momento, las autoridades encargadas del albergue, así como parte del Gobierno de Estados Unidos no han hecho un posicionamiento respecto a los señalamientos que hace la organización.
