Victor Sánchez, quien atiende el albergue “La Esperanza” en la zona Centro, comentó que migrantes provenientes de Guatemala y Honduras son quienes llegan con un mayor grado de adicción a alguna sustancia tóxica, principalmente al cannabis.
“Dentro de las caravanas que han estado llegando de migrantes, también vienen muchos con problemas de adicción, e incluso nos hemos dado cuenta que muchos de los que se quedan aquí, se involucran en las pandillas”,señaló.
Comentó que ahora que la Suprema Corte de Justicia (SCJ) ha aprobado la legalización de la marihuana, esto podría traer hasta más inmigración a el país ya que de dónde vienen, aún sigue siendo prohibida.
El señor Victor, comentó que anteriormente este albergue fungía como centro de rehabilitación, sin embargo, ante la llegada de los migrantes, decidieron adaptarlo y acondicionarlo para ofrecerles un refugio donde quedarse, trasladando el centro a la zona de los “kilómetros”.
“Aquí si alguien necesita orientación o que quiera rehabili+}tación, lo canalizamos de inmediato al centro de rehabilitación en los Kilómetros, porque quien esté dispuesto a recibir ayuda, se le da, no importa si es migrante”, mencionó.
Por el momento, en este centro de rehabilitación no ha habido migrantes que por su propia cuenta deciden internarse, sin embargo, sí hay quienes llegan al albergue y fuera de él, deciden consumir.
Asimismo, especificó que una gran parte de los migrantes ya vienen con problemas de adicción, sin embargo, hay quienes aquí se han convertido en adictos, esto debido a que muchos de ellos no han podido podido cumplir su sueño de cruzar a Estados Unidos o han tenido que enfrentar una serie de problemas desde que salieron de su país.
Por otra parte, Victor, hizo énfasis en que cada vez son más las personas que comienzan a consumir drogas desde temprana edad, pues han llegado hombres y mujeres que apenas y tienen los 11 años.
“Por lo regular son personas que comienzan desde los siete u ocho años a ingerir bebidas alcohólicas y ya para los 11 pues necesitan algo más fuerte, como la marihuana o la cocaína”, especificó.
“Aunque también ya hay muchos adolescentes que consumen el agua celeste o jovencitas el cristal, lo usan hasta para adelgazar, a veces buscan también llamar la atención porque quieren algo”, puntualizó.