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Ciudad Juárez Chihuahua.- ¿Mamá me voy a curar, verdad?, es la pregunta que a diario le hace Alondra a su mamá antes de entrar a una quimioterapia, la cual le quieren negar con la llegada del Instituto Nacional de Salud para Bienestar (Insabi).
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Fue el 3 de diciembre del 2018 cuando a Fernanda García, madre de la menor de seis años le dieron la noticia de que su hija padecía de Leucemia Linfática Aguda y que estaba en etapa muy avanzada.
“Cuando nosotros nos dimos cuenta nuestra hija ya estaba muy grave, casi desahuciada, su sangre ya se había convertido en agua”.
Platicó que, Alondra era una niña normal, pero de repente comenzaron a salirle unos moretones en su piel, a lo que ella pensó que eran porque se había pegado en algún lugar.
Fue poco tiempo después cuando la pequeña comenzó a sentirse mal, pero lo que le decían era que tenía una infección en la garganta y solo le daban antibiótico.
Solo me decían tráigamela para este día y luego vuélvamela a traer, y cada vez que la llevaba, ellos me decían que ya estaba mejor, hasta el día que ya no quiso comer nada y solo se la pasaba acostada explicó.
Hasta que un día, eso ya no les pareció a la familia y decidieron llevarla con otro doctor para realizarle unos estudios y saber que era lo que realmente tenía.
Después de eso, solo pudieron decirle a la señora Fernanda que esperara lo peor, porque su hija ya estaba muy mal, por lo que tuvo que ser trasladada al Hospital Infantil, donde le pusieron de manera inmediata 16 toneladas de sangre.
“Como padre siempre te imaginas lo peor, yo sentía que me moría con ella, y esto es doloroso de todos los modos, porque a veces no puedes ayudarlos, hay veces que todo te duele más que a ellos”, expresó.
Desde ese momento, cambio la vida para esta familia, pues ha Alondra aún le quedan dos años y medio de quimioterapias.
Por lo anterior, Fernanda manifestó, que necesitan de esta ayuda que brindaba el Seguro Popular para poder seguir con las quimioterapias de su hija, debido a que con lo que gana ella en la maquila no podría pagar si quiera el medicamento que su hija necesita.
“Ella es tan inocente aún, que no sabe que la quieren dejar morir, ni siquiera sabe lo que significa su enfermedad, nosotros no podemos quedarnos cruzados de brazos. Con una quimioterapia que mi hija perdiera, podría morir, aquí no hay tiempo”, puntualizó la madre desesperada.
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