Ciudad Juárez.- Con tristeza, pero buscando la salud de los feligreses, la parroquia Santa María cancela por segunda año consecutivo el Víacrucis Viviente, al cual asisten más de 5 mil personas.
Fue el padre Felipe de Jesús Juárez Porras, párroco de Santa María de la Montaña, quien anunció la suspensión de este tradicional Víacrucis, considerado como el más grande de Ciudad Juárez y al cual asisten personas de diversas colonias y municipios, e incluso del vecino país.
“Esta es una causa de fuerza mayor por la que se suspende, queremos evitar que se vaya a extender aún más un contagio que no es querido y una situación que es delicada, queremos invitar a la comunidad a pedir con fe que esa pasión sea vivida en nuestros corazones, vivir estos días santos con el corazón entregado a Dios”, expresó.
Dijo que la comunidad se encuentra triste luego de no poder volver a retomar las actividades ordinarias y quizá como años anteriores, sin embargo, los feligreses están conscientes de que la salud es un valor que hay que cuidar.
“Un aglomeramiento como se ha llevado aquí con las oraciones, pues es mucha gente la que viene, sería muy peligroso y delicado llevarlo a cabo de manera inconsciente”.
“Para poder realizarlo habría que tener estaciones de sanitización, las condiciones adecuadas para que no se extienda el contagio, pero es que es mucha gente la que participa, no se podría”, señaló.
Por su parte, Marisela, coordinadora del Víacrucis en esta parroquia, comentó que ha sido mucha la gente que ha preguntado por si este año se llevará a cabo por lo menos una representación con pocas personas.
“No es por falta de fe, si no porque ciertamente pondríamos en riesgo lo que ya ha avanzado el sector Salud, no sería bueno de nuestra parte aglomerar a tantas personas”, recalcó
Platicó que normalmente, eran 50 personas las que participaban en esta representación, más otros 80 que ayudaban con el orden.
Explicó que la representación del Víacrucis iniciaba en la iglesia Santa María, caminaban varias calles, que era un aproximado de tres kilómetros, para culminar en el cerro del mismo nombre, después de tres horas de recorrido.
Marisela, quien lleva más de 20 años organizando este Víacrucis, invitó a los feligreses a que en este momento, oren para que esta pandemia llegue a su final.
“Que allí en sus corazones, a la gente que participaba en el Víacrucis, rece y lo ofrezca por tantos enfermos y sobretodo, decir que nosotros no seguimos a un Jesús muerto y terminado un viernes, sino seguimos a un Jesús resucitado que salva y nos da vida, puestas las esperanzas en él podemos seguir de frente y de pie ante cualquier circunstancia en la vida”, puntualizó.
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