Ciudad Juárez, Chihuahua.- Un verdadero viacrucis ha vivido un empleado del Instituto Mexicano del Seguro Social que era operador de ambulancia y que en el 2016 sufrió un grave accidente laboral que le dañó la columna.
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Desde entonces, Mario Ochoa Balbuena ha buscado el apoyo del IMSS y del mismo sindicato, para que se le paguen sus salarios caídos y sea reubicados en una plaza acordé a sus capacidades médicas.
Refiere que para el 2018 fue enviado a la tienda del IMSS, del boulevard Oscar Flores, pero él les señaló que por orden médica no puede estar parado por mucho tiempo y menos cargar cosas que pesen más de 10 kilogramos.
Pese a esto y su estado de salud, no se le han pagado sus incapacidades ni gastos médicos que él mismo a tenido que costear para practicarse diversos estudios y exámenes médicos, que le han sido negados por el IMSS.
El directamente responsabiliza a varios directivos del IMSS y el Sindicato, principalmente a la Dra. Marbella Grajeda Acosta, Directora de la Unidad Médica 10 de Villa Ahumada y a Miguel Ángel Reyes, encargado de Gestión Médica del Sindicato.
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