Después de la declaración de Sergio Nevárez, director ejecutivo de JMAS, sobre el Día Cero, el biólogo Damián López, opinó al respecto sobre posibles soluciones, las cuales llevarán bastante tiempo para evitar el abatimiento del agua y el colapso ambiental.
Qué hacer para alargar el Día Cero, es una pregunta muy compleja, que involucra no sólo a Junta Municipal de Agua y Saneamiento, sino también involucra al sector industrial, incluso a la comunidad juarense, por lo que expertos en el tema como el Biólogo y vocero de Defensa del Río Bravo dan su punto de vista.
“El problema del agua se tiene que atacar de raíz, está pasando a nivel mundial y creo tiene un culpable y ese culpable es el sistema económico que se llama Capitalismo, las campañas de concientización sí son importantes, super necesarias, pero hay que hacer más cosas, es necesario exigir a los gobernantes que haya cambios en las políticas para poder aprovechar el agua para uso humano que es tan necesaria, pero también reformas para que estén saludables los ecosistemas, ya que no sólo hablamos del agua para nosotros sino para toda la vida”, opinó el biólogo.
Una de las estrategias para evitar el Día Cero, sería recuperar el ciclo de ecosistemas, entre ellos el de la lluvia, el cual se podría reparar con vegetación original.
“Tiene que haber suficiente cobertura vegetal nativa, para poder revertir un poco el daño, necesitamos volver a tener los ciclos de lluvia que se tenían antes, es cierto, que en el desierto hay menos precipitación de lluvia, pero el ahí se da vida a muchísimos organismos y eso es, porque también cuenta con sus cuencas y ríos; la cobertura vegetal va a traer mayor cantidad de precipitación y ayudará a la filtración de agua en el suelo”, explicó el vocero de Defensa por el Río Bravo.
El Río Bravo, podría ser una fuente para extraer el vital líquido, sin embargo, ya está seco y sería casi imposible que funcionara como una fuente de hidratación humana.
“El Río Bravo no lleva agua, lo que corre por ahí, es agua de la ciudad, no de río, el agua corre de Anapra hasta el Valle, pero la gran parte es agua negra y de las plantas tratadoras, aparte el agua está muy retenida, es muy poco el flujo que corre de Estados Unidos hacia México, todo se quedó retenido en la presa del Elefante y la del Caballo”, contó López.
El tratado del agua del Río Bravo tampoco sería estrategia, porque la Ley Nacional prohíbe el consumo de aguas residuales.
“Las aguas residuales sólo se son permitidas para riego de jardines, parques y para la industria, por lo que no sería factible, pues se tendría que cambiar leyes. Por desgracia el agua para consumo humanos en todo Chihuahua, viene de las cuencas, lo que habría que hacer, es reestablecer la salud de las cuencas, aunque es una labor que no se va a lograr rápido”, finalizó el biólogo.
Además, asegura, que, de esos 15 años mencionados, él depara que quede tal vez la mitad de tiempo, ya que entre más se escarbe en los cuencos acuíferos, se va perdiendo la calidad de agua, porque se extrae más sedimentos de arsénico y sales que bajan la calidad.
