Este domingo se llevó a cabo una misa en conmemoración de la 107 Jornada Mundial del Migrante y Refugiado 2021, en la cual, el obispo José Guadalupe Torres, pidió a los migrantes tener fe y no desanimarse.
Fueron alrededor de 340 personas de diferente estado y nacionalidad, los que pudieron escuchar las palabras que ofreció el obispo en la Casa del Migrante, donde también hubo la oportunidad de partir un pastel.
“Esta jornada nos invita a tener esa actitud de cercanía, de caminar juntos como iglesia, de la mano en solidaridad por nuestros hermanos migrantes”, expresó el obispo.
Mencionó que actualmente se vive una situación de crisis humanitaria, lo que ha ocasionado que mucha gente se aparte de Dios y no haga caso a su llamado de servicio y amor al prójimo.
Durante su sermón, invitó a los feligreses a servir y ayudar a los hermanos migrantes, “El amor a Dios y el amor al prójimos es servir a Dios en cada uno de nuestros hermanos, al más débil, al enfermo, al que ha perdido a un ser querido, a los migrantes y refugiados. En Tapachula y Chiapas se vive una situación dramática que está porción de nuestro pueblo está sufriendo y de allí hacia el norte en el tránsito de tantos migrantes que quieren llegar a la frontera”.
Comentó que el compromiso de servir, debería de ser todo los días, no solamente en esta Jornada Mundial del Migrante y Refugiado, por lo que también hizo un llamado a los fieles a abrir su corazón.
Durante la misa, el obispo aprovechó para agradecer a las instituciones y voluntarios que se suman en pro de los migrantes y que han entendido el llamado de servicio.
Finalmente, recalcó que aún queda mucho por hacer, “necesitamos redoblar esfuerzos y seguir comprometiéndonos cada vez más en esa tarea, en esta misión que el señor hoy nos confía. A los hermanos migrantes, hay que animarlos con fe, el señor los ayuda y el señor los ama. No pierdan la fe y no se desanimen”, puntualizó.