Desde hace unos días y tras la llegada de más de 700 efectivos de la Secretaría de la Defensa Nacional, se han visto incrementados los puntos de revisión que instalan los castrenses para inspecciones de seguridad.
Estos filtros son puestos en funcionamiento de manera aleatoria y a distintas horas del día en avenidas principales y aquellos sectores que se tienen registrados como de principal atención dentro del mapeo delictivo.
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Incluso, se pueden observar volantas compuestas por militares y elementos de la Guardia Nacional, patrullando colonias del poniente, centro y suroriente de la ciudad.
En los puntos de inspección los castrenses revisan vehículos considerados como “sospechosos”, a los que se les checa el número de serie para revisar si cuenta o no con reporte de robo.
Además, a los tripulantes se les piden sus datos para consultarlos en plataforma y estar seguros de que no cuenten con alguna orden de aprehensión vigente.
De la misma forma, se realiza una minuciosa inspección al automotor para descartar la presencia de armas o droga al interior.
Sin embargo, estos “retenes” ya han generado algunas reacciones, de ciudadanos molestos que aseguran fueron retenidos por los militares por el simple hecho de circular en un vehículo sin placas o con matrículas extranjeras.