Cuadrillas del Departamento de Alcantarillado de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS) atendieron un nuevo brote de aguas negras que afectó a los residentes del fraccionamiento Educación, en la intersección de la avenida Panamericana y la calle Rigoberto Quiroz. Este incidente fue causado por la acumulación de grasa y basura en la red de alcantarillado.
Ileana Baca, encargada del Distrito I de Alcantarillado de la JMAS, hizo un llamado a la ciudadanía para fomentar la conciencia sobre la correcta disposición de residuos.
“Pues primero, crear una conciencia ciudadana, cualquier práctica que realicen los usuarios de manera particular en cada una de sus viviendas impacta de forma colectiva. Desde arrojar el papel sanitario al inodoro, la toallita húmeda, el preservativo… En las tarjas de cocina la más mínima cantidad de grasa afecta. Levantar una tapa de pozo de visita para que el agua de lluvia se resuma con mayor rapidez, el arrojar a las calles la botella de refresco, la lata… todo afecta”, explicó Baca.
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En la limpieza de la red de alcantarillado, los equipos de la JMAS a menudo extraen una variedad de desechos, incluidos botes, grasa, trapos y botellas.
Baca subrayó que los comercios, talleres mecánicos irregulares e industrias maquiladoras que desechan materiales de proceso en la red de drenaje también agravan la situación.
“Es crucial que los ciudadanos comprendan que cada uno de nosotros es parte del problema. La falta de conciencia puede llevar a problemas mayores que afectan no solo de manera puntual, sino también por gravedad”.
Las recientes lluvias han exacerbado el problema, provocando hundimientos y brotes de aguas residuales en diferentes puntos de la ciudad, complicados por la presencia de desechos en el sistema de drenaje sanitario.
Por ello, es vital recordar que la basura es el principal enemigo de las alcantarillas y que la responsabilidad del manejo adecuado de residuos recae en todos.